"Yes we can, yes we can" (Sí podemos, sí podemos), gritaron los impulsores de la ley tras la votación, que estuvo presidida por el vicepresidente Joe Biden. En el último tramo del debate, el senador demócrata Charles Schumer, integrante de la comisión bipartita que redactó el proyecto original, compuesta por ocho demócratas y cuatro republicanos, advirtió que "los inmigrantes siempre han sido los grandes motores del crecimiento económico, innovación y renovación que este país ha conocido".

La aprobación del proyecto S744 en el Senado implica que la reforma propiciada por el presidente Barack Obama ya sorteó con éxito la mitad del camino, aunque podrían pasar meses antes de que el proyecto definitivo llegue al escritorio del primer mandatario para promulgarlo como ley. Es lo más cerca que han estado los 11 millones de inmigrantes ilegales de obtener sus papeles.

Los senadores demócratas demostraron un apoyo unánime al proyecto que, aseguran, arreglará el "quebrado sistema inmigratorio" actual, mientras que los republicanos se mostraron divididos. El proyecto de Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización del Sistema de Inmigración propone aumentar el número de visas de trabajo, entregar papeles a 11 millones de inmigrantes ilegales, en su mayoría latinos, y permitirles solicitar la ciudadanía tras un período transitorio de al menos 13 años.

En compensación, el texto ordena implementar una serie de medidas para fortificar la frontera con México para evitar millones de nuevos ilegales en el futuro. El texto ordena duplicar el número de agentes en la frontera sur y prevé la inversión de miles de millones de dólares para completar y reforzar el vallado fronterizo (que ya tiene unos 1100 kilómetros) al desplegar decenas de torres de vigilancia, aviones no tripulados (drones) y sensores. Las medidas de seguridad también incluyen más controles sobre los empresarios y sobre la entrada y salida de personas con visa, condiciones ineludibles para la legalización de indocumentados.

En la Cámara de Representantes, los líderes más conservadores tienen previsto consolidar todavía más la seguridad fronteriza y restringir el camino a la regularización de personas ilegales. Las dos versiones del Senado y la Cámara deberán luego congeniarse en un texto definitivo, y podrían convertirse en ley a finales de año.