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"La OPAQ recibió una declaración inicial del gobierno sirio de su programa de armas químicas", informó la organización con sede en La Haya, a través de un escueto comunicado en el que remarcó que no dará a conocer los pormenores de ese documento clasificado.

El organismo se encarga de promover y verificar el cumplimiento de la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas buscará acelerar el proceso de inventariado del arsenal, a pesar de los lentos esfuerzos diplomáticos para detener la guerra civil que ya dejó más de 100 mil muertos y frenar la amenaza de Estados Unidos de intervenir militarmente en Damasco.

La entrega de la "declaración inicial" del arsenal químico fue una de las condiciones que se le impuso a Siria para evitar una condena internacional sobre el uso de ese armamento, y a partir de hoy será analizada por representantes de los 190 estados miembro de organismo que se encargará del desmantelamiento del armamento.

Según el acuerdo ruso-estadounidense del fin de semana pasado en Ginebra, los inspectores de la OPAQ deberían estar en Siria en noviembre para completar su evaluación inicial y determinar la destrucción de todos los edificios y la infraestructura vinculada al programa químico. El último paso tendría que darse a mediados del año próximo, cuando todos los componentes del programa de armas químicas sean removidos del país.

Paralelamente, la OPAQ informó que pospuso sin nueva fecha una reunión de los 41 miembros del Consejo Ejecutivo inicialmente prevista para el domingo y en el que estaba prevista la elaboración de un documento que establezca las formas y los plazos del plan de destrucción de armas, que luego será votado por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Estados Unidos, Francia y el Reino Unido quieren que la resolución del Consejo habilite el uso de la fuerza contra Siria en caso de incumplimiento, pero esto es rechazado por Rusia, un aliado de Damasco.