En 2006, Sergio De Gregorio fue elegido en las listas de la coalición de centro-izquierda de Prodi, pero desertó poco después. En 2008 fue reelegido con los conservadores de Berlusconi y siguió siendo senador hasta el año pasado. Al expirar su inmunidad parlamentaria, confesó a la Fiscalía que Silvio Berlusconi lo había sobornado con tres millones de euros (4,1 millones de dólares) y en octubre fue sentenciado a 20 meses en prisión, tras declararse culpable y llegar a un acuerdo.

Los abogados de Berlusconi defendieron el pago a De Gregorio alegando que se trataba de una ayuda financiera legítima al pequeño partido que el senador fundó tras su cambio a la derecha.

El enjuiciamiento de Silvio Berlusconi fue posible por haber sido expulsado del Parlamento tras ser condenado por fraude fiscal. Se espera que la primera jornada del juicio se centre en cuestiones de procedimiento, como un cambio en la composición de los magistrados, ya que una juez pidió ser excusada por ser la mujer de otro juez también implicado en otro caso diferente de Berlusconi.

Berlusconi lidera el partido opositor Forza Italia y está cooperando con su rival de centro izquierda y alcalde de Florencia, Matteo Renzi, en la elaboración de una nueva ley electoral y otras reformas, un pacto que podría flaquear si salen a la luz detalles comprometedores.