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Las preguntas serán las mismas que las del referéndum independentista vinculante que fue desconocido tanto por la Justicia como por el Gobierno de Madrid: "¿Quiere que Cataluña sea un Estado?", y dos casillas, una para marcar el sí y otra el no. Debajo del sí figura la segunda pregunta: "En caso afirmativo, ¿quiere que este Estado sea independiente?".

Con medio millar de agentes antidisturbios desplegados en Barcelona y otros tantos en el resto de la región, el gobierno catalán prevé que se pueda votar en 1.317 locales repartidos en 942 de los 947 municipios catalanes. La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, en tanto, abrió diligencias para investigar si la cesión de locales públicos para ubicar las urnas puede ser un delito, informaron medios españoles.

Mas insistió en que la consulta no oficial no puede constituir un delito porque está basada en derechos de expresión y participación. El presidente del gobierno catalán anunció ayer que deja su ejecución en manos de los 40 mil voluntarios inscritos para hacerse cargo de las urnas y las mesas de votación, lo que se ha visto como una estrategia para diluir su responsabilidad y eludir el veto del Constitucional.

Hoy confirmó que será el Ejecutivo regional el que haga el recuento y anuncie los resultados. Para el gobierno español, la votación del domingo "no es un referéndum" ni tiene "ningún efecto", según dijo hoy Rajoy en la ciudad española de Cáceres (oeste) en un acto de su partido, el PP.

"Conviene que a partir del próximo lunes se recupere la cordura y hablemos dentro del marco de la Constitución y de la ley", le instó a Mas el presidente del gobierno español, quien se opuso desde el principio a la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña.

En tanto, el Ejecutivo de Rajoy reforzará en la capital catalana el número de agentes antidisturbios de la policía nacional española, con unos 300 desplazados desde otros puntos del país.

"Por poco mínimo sentido común que tengan, cualquier actuación fuera de lugar sería un ataque directo a la democracia y a los derechos fundamentales de expresión y de participación de la gente", dijo hoy sobre este asunto Mas.

Los partidos soberanistas catalanes que apoyan la consulta consideran que no ésta no es un acto "de insumisión ni de desobediencia", por lo que esperan que la orden no se emita y que no se produzcan altercados en torno a las urnas.