El jefe de gobierno acusó a los ministros que acaba de expulsar de la coalición, el de Finanzas, Yair Lapid (del partido Yesch Atid), y la de Justicia, Tzipi Livni (del partido Hatnua), de haber querido derrocarlo, tras las críticas de los exfuncionarios a su política frente a Palestina y la construcción de nuevos asentamientos en Jerusalén Oriental, un territorio en disputa, ocupado por Israel desde 1967.

Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, no quiso pronunciarse sobre la decisión de Netanyahu de adelantar las elecciones y se limitó a señalar que su país seguirá apoyando Israel de la misma forma que se ha hecho hasta ahora. "Esperamos que sea cual sea el gobierno que se forme (...) pueda negociar y avanzar hacia la resolución de diferencias entre israelíes y palesinos, y obviamente las diferencias en la región", esbozó Kerry en Bruselas, donde asiste a la reunión de la OTAN.