Las revelaciones sobre los dichos de Lubitz fueron dadas a conocer a la prensa por la azafata Maria W., quien había roto una relación de siete años con el copiloto del Airbus que se estrelló en los Alpes franceses, mientras volaba desde España hacia Alemania.

El copiloto había visitado varias veces los Alpes, según relató Francis Kefer, del club de vuelo en Sisteron, que se encuentra a 40 kilómetros al oeste del lugar donde se estrelló el avión el lunes pasado. "Entre 1996 y 2003 el Club de Montabaur vino aquí regularmente" para practicar el vuelo sin motor, señaló.

En tanto, los peritos franceses investigan también la posibilidad de un fallo técnico en el siniestro, según informó el jefe del equipo Jean-Pierre Michel. "Por el momento no se puede descartar la hipótesis de un fallo técnico", dijo Michel.

En las investigaciones conjuntas se cruzarán los resultados de la investigación sobre el terreno y del plan de vuelo con los resultados de la investigación alemana del caso. Por otra parte, la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) notificó a las aerolíneas la recomendación europea de que siempre haya al menos dos personas autorizadas en la cabina de los aviones.

En tanto, a la espera de la identificación de los cuerpos y los posteriores funerales, familiares y amigos de las víctimas del vuelo de Germanwings pidieron a los medios de comunicación que cese su acoso para poder recordar tranquilamente y en paz a los fallecidos.

Muchos se dirigieron de manera independiente a Lufthansa y a su filial, Germanwings, para solicitar una moderación de los medios. "En base a ello, Lufthansa y Germanwings solicitan a los representantes de los medios de comunicación que prescindan de querer tener un contacto activo con familiares que se encuentran de duelo", escribieron en un comunicado las empresas.