En su resolución, Servini de Curbía argumentó que "a los fines de la fisacalización de las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias del 9 de agosto, las generales del 25 de octubre y su eveentual segunda vuelta el 22 de noviembre y siendo que para la elección de presidente y vicepresidente de la Nación y parlamentarios del Mercosur distrito nacional, el territorio nacional constituye un distrito único, los fiacales o fiscales generales de los partidos o alianzas nacionales podrán ser electores de un distrito distinto al que pretenden actuar".

La Cámara Nacional Electoral, por su parte, dispuso que haya 350 boletas por partido en cada mesa, en lugar de las 25 que había ordenado Durán, aduciendo que la variedad de propuestas dificultaba su distribución.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había anticipado por la mañana que el Gobierno apelaría la medida, a la que calificó como "un despropósito, que no tiene ni pies ni cabeza". Fernández se preguntó en forma retórica "¿en qué lugar del artículo 38 de la Constitución Nacional, que por primera vez legitima a los partidos políticos como el nexo entre la democracia y el hombre y la mujer común, dice que tiene que haber un fiscal sentado por mesa para que pueda participar? En ningún lugar, es un despropósito que, la verdad, no tiene ni pies ni cabeza”, se respondió.