Jueves, 19 de mayo de 2016 | Hoy
19:42 › POR SEBASTIAN ABREVAYA
En una reunión de la cúpula partidaria plantearon la necesidad de reemplazar los acuerdos “ley por ley” por un pacto más estable con el sector “dialoguista” del peronismo. Sigue el malestar de ciertos dirigentes por la falta de protagonismo.
Preocupado por el elevado costo político que le viene generando al oficialismo la estrategia de buscar acuerdos “ley por ley” con la oposición, el radicalismo empujará un acercamiento de Cambiemos al Partido Justicialista, que renovó su conducción hace pocos días. La llegada del sanjuanino José Luís Gioja a la conducción formal del PJ –que junto al senador Miguel Pichetto lidera el denominado sector “dialoguista” del peronismo– significa para la UCR una oportunidad para impulsar con ellos un “acuerdo amplio” que incluya distintos temas y que se extienda en el tiempo para garantizar el avance de iniciativas del oficialismo en el Congreso. De esta manera, los radicales pretender evitar la dependencia de la figura de Sergio Massa, que por el momento les ha servido de aliado, pero que al mismo tiempo los deja atrapados en medio de las tensiones entre el Frente Renovador y el PJ. Esto fue parte de lo que conversó la plana mayor del radicalismo en un cónclave realizado el martes por la noche.
“Hay que comenzar un diálogo con el peronismo a partir de la elección de estas nuevas autoridades para alcanzar acuerdos de mediano plazo”, aseguró el titular del Comité Nacional de la UCR, José Corral. La idea de cambiar la estrategia de ir caso por caso tiene múltiples motivos. “Es un esquema que tiene sus límites”, afirman en el radicalismo y completan con una frase del Coco Basile: “los otros también juegan”, en referencia a los movimientos del ex intendente de Tigre. Parte de los problemas que presenta el esquema de funcionamiento actual se manifestaron con la ley antidespidos. En el Senado el oficialismo no pudo evitar una derrota contundente en manos del bloque que encabeza Pichetto. En Diputados, en cambio, buscó dilatar el tratamiento y consensuar con Massa otro tipo de iniciativas como la de primer empleo y de promoción a las Pymes. El líder del Frente Renovador recogió esas medidas pero las agregó al dictamen del Senado que ya prohibía los despidos. En conjunto, Cambiemos y el massismo habían logrado derrotar al kirchnerismo en el pedido de sesión especial de la semana pasada, pero la posibilidad de que el FpV y el massismo manden de vuelta al proyecto al Senado con modificaciones complicaba de todas maneras los planes.
La decisión anticipada por Pichetto de insistir con el proyecto original precipitó la decisión del oficialismo de facilitar la aprobación del proyecto del FpV en Diputados. Cualquiera de las dos opciones hubiera terminado en el veto presidencial, con la diferencia de que la incorporación de cambios generaría malestar con Pichetto, también con el sindicalismo que impulsó originalmente el proyecto y prolongaría la permanencia del conflicto en la agenda.
“La sesión especial fallida es una clara derrota del kirchnerismo pero no frente al Gobierno sino ante el massismo. Fue el primer round legislativo de un peronismo que se posiciona frente al Gobierno Nacional intentando apropiarse de la cuestión social. Es decir que el Congreso es rehén de la interna peronista”, analizó la semana pasada la diputada radical Carla Carrizo, una de las presentes en el cónclave radical de anteanoche. Carrizo, politóloga, es una de las radicales que maneja en el partido la reforma electoral, de pronto tratamiento en el Congreso. El radicalismo ya le transmitió al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, su posición sobre esa reforma: acompañan la incorporación de la boleta única electrónica (BUE) y quieren la eliminación de las colectoras en todas las categorías. Además, plantearon la necesidad de incorporar al debate el financiamiento de los partidos políticos, especialmente de las campañas electorales.
La reunión del martes a la noche estuvo centrada en este tema pero sobre el final hubo espacio para hablar de la marcha general del Gobierno. Ricardo Alfonsín planteó sus críticas por la falta de participación en la toma de decisiones y de canales de diálogo entre los socios. Le retrucaron que los jefes de los bloques legislativos, Mario Negri y Ángel Rozas, participan de las reuniones de gabinete y que todos los martes hay una mesa de coordinación con el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Para tratar de fortalecer esos lazos y generar confianza habrá otra reunión conjunta de Cambiemos. De todas maneras, el análisis de la marcha del gobierno será tema de otra reunión, que los radicales realizarán en un retiro planificado para junio.
De la reunión del martes a la noche participaron Ernesto Sanz, Jesús Rodríguez y el operador Enrique “Coti” Nosiglia; legisladores nacionales como Alfonsín, Silvia Elías de Pérez, Luís Naidenoff, Juan Carlos Marino y los ministros Oscar Aguad (Comunicaciones), Julio Martínez (Defensa). También estuvo el titular del Plan Belgrano, José Cano, y otros miembros de la mesa del Comité Nacional.
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