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La conservadora Theresa May se convirtió -después de Margaret Thatcher- en la segunda mujer en la historia de Gran Bretaña al frente del gobierno, al recibir el mandato de la reina Isabel II para formar un gabinete. Su asunción se concretó luego de que se le aceptara la renuncia a David Cameron, tras el triunfo del Brexit en la consulta del 24 de junio pasado.

Luego de la reunión con la reina y durante una conferencia en el 10 de Downing Street, May dijo que el Reino Unido afronta momentos de "grandes cambios" y aseguró que en su administración trabajará por la justicia social y para todos los ciudadanos, no para "unos pocos" privilegiados.

Sobre el Brexit sostuvo que Londres "estará a la altura del desafío" y confió en que el resultado será "positivo". Además, se declaró "unionista", al destacar la importancia de mantener unidas a las naciones que conforman el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) y subrayó: "Juntos vamos a construir un Reino Unido mejor".

Acompañada por su marido, Philip May, la premier rindió tributo a su predecesor, David Cameron, del que dijo que consiguió estabilizar la economía, reducir el déficit presupuestario y ayudó a miles de personas a encontrar un puesto de trabajo.

Con el nombramiento de May, el Gobierno seguirá al mando de los conservadores y tiene por delante la difícil tarea de negociar la salida del Reino Unido de la UE, como así también mitigar las consecuencias negativas de esa medida.