Los ataques a bases policiales, comisarías y agentes de la policía civil y militar en forma individual, perpetrados entre la noche del viernes y la madrugada de hoy, representan la mayor ola de ataques a policías y puestos de las fuerzas de seguridad en el estado.

Durante los mismos, supuestos integrantes del PCC dispararon contra policías que estaban en las calles, en bares o saliendo de sus casas, dentro de coches de la Policía Militar e incluso en una comisaría.

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública, los ataques son una reacción de miembros del PCC por la transferencia de 765 presos a un penal de máxima seguridad en Presidente Venceslau. Entre los presos se encuentra el principal líder del PCC, Marcos Willians Herba Camacho, alias Marcola.

En rueda de prensa, el gobierno estadual afirmó haber recibido informaciones sobre el plan de ataques y rebeliones, por lo que aseguró haber armado un esquema reforzado de seguridad. Para las autoridades, la policía estaba preparada, ya que el número de muertes "podría haber sido mayor".

Además de los ataques a bases policiales, 22 prisiones y Centros de Detención Provisoria (CDP) iniciaron rebeliones y motines en todo el estado, que continuaban hoy con una toma de 82 rehenes en total.

Para el juez Walter Maierovich, consultado hoy por la radio CBN, el gobierno del estado no tuvo capacidad para prevenir la reacción de los criminales. Según él, los atentados siguieron métodos terroristas y el estado de Sao Paulo tuvo una "noche de Bagdad".

Fuente: Télam