Fue una victoria importante pero gris, valiosa pero con un balance más bien preocupante desde el aspecto futbolístico. Es que el apretado 2-1 que la Argentina consiguió sobre Costa de Marfil en su debut mundialista se basó más en la contundencia mostrada en el primer tiempo que en una actuación convincente y esperanzadora.

Solamente el hecho de haber sumado de a tres en el arranque debería tomarse como dato alentador. En líneas generales, Costa de Marfil dejó una mejor impresión futbolera y debió haber llegado a la igualdad.

Si no lo hizo, fue porque en un tramo del segundo tiempo dejó que la Argentina manejara el balón sin salir a presionarla y después, cuando Didier Drogba marcó el descuento a nueve minutos para el cierre, no le quedó tiempo para mucho más.

Carente de juego asociado, sin chispa ni creatividad en ataque, el equipo dirigido por José Pekerman se valió del oportunismo exhibido en la etapa inicial tiempo para quedarse con su primer triunfo.

En esa etapa, la Argentina llegó tres veces e hizo tres goles, aunque con la salvedad de que el belga Frank de Bleeckere no se percató de que el cabezazo de Roberto Ayala traspasó la línea de gol luego del manotazo de Tizie y el posterior toque de la pelota en el palo.

En ese momento estaban cero a cero y la Argentina, anestesiada, como dormida, veía cómo Costa de Marfil hacía circular el balón con paciencia y ganaba en casi todos los anticipos gracias a la reconocida potencia física de sus hombres.

Pero una aparición goleadora de Hernán Crespo luego de un despeje fallido en el área africana y una certera definición de Javier Saviola tras brillante asistencia de Juan Román Riquelme le dieron ventaja de dos goles a la Argentina al cabo de la primera etapa.

Costa de Marfil había complicado por el sector derecho de la defensa argentina, allí por donde Akale trepaba y lastimaba permanentemente. La movilidad de Kalou, la presencia inquietante de Drogba y el contagio del resto tenían a maltraer a un equipo argentino que no la podía recuperar en el mediocampo.

Pareció acomodarse mejor en el partido la Argentina tras el descanso. Porque Riquelme entró un poco más en juego y Costa de Marfil perdió la frescura anterior. Un disparo de Maximiliano Rodríguez pasó alto y un tiro libre de Riquelme casi se le mete a Tizie.

Pero Argentina se fue relajando de a poquito, metiéndose atrás a medida que pasaban los minutos, acaso porque los jugadores quisieron dosificar energías pensando en el choque del próximo viernes ante Serbia y Montenegro, en Gelsenkirchen.

Error grave. El ingreso de Arouna Kone vigorizó a los africanos, que a los 36 llegaron al gol a través de Drogba. La multitud argentina temió por el empate rival, y con razón. El equipo sólo quería que terminara el partido y Costa de Marfil lo siguió acorralando pero no le alcanzó.

Había que ganar y se ganó. En los partidos que vienen, el equipo deberá pagar la deuda futbolera, un poco para que su juego sea más confiable y otro para que su estadía en el Mundial no comience a correr peligro demasiado pronto.

Síntesis

Argentina (2): Roberto Abbondanzieri; Nicolás Burdisso, Roberto Ayala, Gabriel Heinze, Juan Pablo Sorin; Maximiliano Rodríguez, Javier Mascherano, Esteban Cambiasso; Juan Román Riquelme; Javier Saviola y Hernán Crespo. Director técnico: José Pekerman.

Costa de Marfil (1): Jean Jacques Tizie; Emmanuel Eboué, Kolo Touré, Abdoulaye Meite, Arthur Boka; Kader Keita, Didier Zokora, Yaya Touré; Kanga Akalé; Bonaventure Kalou y Didier Drogba. Director técnico: Henri Michel.

Goles: en el primer tiempo, 24m. Crespo (A); 38m. Saviola (A). Segundo tiempo: 37m. Drogba (CM).

Cambios: en el segundo tiempo, 10m. Aruna Dindane por Kalou (CM); 17m. Bakary Kone por Akale (CM); 19m. Rodrigo Palacio por Crespo (A); 31m. Luis González por Saviola (A); 32m. Arouna Kone por Keita (CM) y 47m. Pablo Aimar por Riquelme (A).

Arbitro: Frank de Bleeckere (Bélgica).

Estadio: WM Hamburg Arena.

Fuente; DyN