Así lo indicaron fuentes judiciales, que precisaron que el planteo fue formulado hoy por la fiscal general adjunta Sandra Mingolo, ante la jueza de instrucción Mónica López Osornio. El planteo fue motorizado por la nueva denuncia que se sumó en los últimos días contra Grassi por parte de uno de los jóvenes que vivió en la Fundación Felices Los Niños y que relató los abusos que habría sufrido por parte del sacerdote.

"Resulta a esta altura imperioso dejar sin efecto el beneficio concedido a Julio Grassi el 21 de noviembre de 2002 y disponer su inmediata conversión en prisión preventiva, como medida indispensable para asegurar el desarrollo del procedimiento", advirtió la fiscalía en el planteo hecho ante la jueza López Osornio.

Incluso, la fiscal Míngolo resaltó que a esta altura no se puede ignorar "la magnitud de la pena en expectativa" ni tampoco "ignorarse la pluralidad de víctimas y procesos judiciales a los que se halla sometido, siempre por delitos en perjuicio de adolescentes bajo su guarda".

No obstante, fuentes del caso consultadas se mostraron cautelosas a la hora de vaticinar qué resolución tomaría la jueza López Osornio frente a este pedido. Es que fue esa magistrada la que resolvió en 2002 el cese de la prisión preventiva, y, además, las otras imputaciones que pesan sobre Grassi ya se encuentran en instancia de juicio oral.

El Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Morón dejó sin fecha, por supuestos problemas de agenda, el momento de sentar en el banquillo a Grassi para juzgarlo por los casos de otros dos menores "Gabriel" y "Ezequiel". Pero un joven de 23 años que vivió en la Fundación Felices Los Niños se presentó en la Justicia de Morón para asegurar él había sido víctima de abusos y corrupción de menores por parte del cura, y que -además, había recibido amenazas intimidatorias.

"Luciano" había sido señalado como otra víctima de esa corrupción de menores pero el protagonista desmintió en la justicia de Santa Cruz en 2003 haber sido víctima de supuestos abusos por parte del cura durante un viaje a la ciudad de El Calafate, tal como lo había dicho uno de sus compañeros.

Pero hace dos semanas el joven se presentó en la Fiscalía de Morón para asegurar que "el tiempo lo ayudó a animarse" y por eso ahora sí quería contar los supuestos abusos: subrayó que en Calafate "no le pasó nada", pero "en la provincia de Buenos Aires sí". Fue entonces cuando relató ante el fiscal Matías Rapazzo una serie de repetidos acercamientos sexuales de Grassi, que ahora deberán ser investigados.

Fuente: DyN