La aparición en escena de Air Plus Comet se produjo poco después que la compañía alemana LTU comunicó que abandonaba sus planes de expandirse en España a través de la adquisición de los derechos de vuelo de Air Madrid -particularmente a países de América Latina- y la absorción de parte del personal de la compañía.

Cabe consignar que el Grupo Marsans, de fuerte presencia en la actividad turística, a la que también pertenece Aerolíneas Argentinas, reconoció que estaba negociando con el gobierno español para asumir parte del personal de Air Madrid y su escasa flota.

El ministerio convocó a la prensa anunciando la firma del acuerdo con Air Plus Comet "para contribuir a paliar los problemas generados por la suspensión de operaciones de Air Madrid".

El acuerdo entre el consejero delegado de Air Comet, Ignacio Pascual, y la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez,

incluye la incorporación de los trabajadores de Air Madrid de forma paulatina así como la de seis nuevos aviones, que aumentarían la flota a 14 aeronaves.

Air Madrid perdió su licencia de vuelo luego que la Dirección General de Aviación Civil española auditara una serie de irregularidades en la prestación de los servicios, en perjuicio de miles de pasajeros que no pudieron viajar en tiempo y forma.

De inmediato, la situación derivó en operativos del gobierno español articulados con otras compañías para transportar a los pasajeros varados.

La alemana LTU, que hasta la semana pasada negoció con el gobierno español, también venía conversando con la constructora San José para crear una sociedad conjunta que gestionase las rutas latinoamericanas de Air Madrid, pero no llegaron a un acuerdo, y eso desactivó la operación.

La semana pasada, la Subsecretaría argentina de Transporte Aerocomercial hizo saber al gobierno de España su "disposición a permitir la operación de la empresa alemana LTU, en forma excepcional y durante un plazo determinado, para dar respuesta a los múltiples usuarios perjudicados" por la fallida Air Madrid.

No obstante, condicionaba dicha autorización a que "la autoridad española garantice previamente la provisión de transporte sin costos, o devolución de los importes pagados por pasajeros de la compañía en la Argentina".

También se requirieron garantías de la absorción del personal de Air Madrid contratado en la Argentina y que cumple funciones en escalas de este país.

De paso, la Subsecretaría planteó además a las autoridades españolas la necesidad de "reconocimiento de postergados derechos de tráfico requeridos por empresas de transporte aéreo argentinos, y que hasta el presente no han tenido respuesta positiva".