“Esta reunión que es histórica podría ser la oportunidad para que Argentina decidiera y que además recomendara a los ambientalistas de Gualeguaychú actuar para evitar que los bloqueos nos perjudiquen.” De esta forma el canciller de Uruguay, Reinaldo Gargano, planteó su deseo sobre el resultado de la cumbre de jefes de Estado del Mercosur que empezará mañana en Río de Janeiro. En rigor, el conflicto con la Argentina por la instalación de la pastera Botnia no forma parte de la agenda, pero los hombres de Tabaré Vázquez tratarán de colarlo. Gargano adelantó que le planteará el tema a su par argentino Jorge Taiana aunque no está previsto ningún encuentro bilateral.

Durante una extensa entrevista con medios de su país, le preguntaron a Gargano:

–Se habla de la posible relocalización de Botnia. ¿Esto es posible?

–Yo creo que está muy claro que Uruguay no acepta ningún cambio en esta materia y que va a construirse la planta en el lugar donde se dio la última autorización para que se construya.

El martes próximo se conocerá el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la protesta de Uruguay por el daño que les provocan los cortes de puentes. Desde la Cancillería argentina descartaron la posibilidad de un diálogo puntual sobre el conflicto. Toda la expectativa está centrada en ese pronunciamiento aunque no se muestran demasiado optimistas (ver aparte).

Hoy por la tarde partirán rumbo a Río de Janeiro el presidente Néstor Kirchner; su esposa Cristina Fernández; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; la ministra de Economía, Felisa Miceli; Taiana y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. El canciller anticipó que el tema más importante será el pedido formal de incorporación plena al mercado común que realizará el presidente de Bolivia, Evo Morales. El flamante mandatario ecuatoriano Rafael Correa también aseguró ayer que planteará la integración de su país al Mercosur.

A mediados del año pasado, Venezuela se convirtió en el quinto socio pleno al sumarse a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, países que conformaron el mercado común en 1991. El gobierno de Hugo Chávez renunció a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) para concretar esa decisión estratégica. Durante las deliberaciones del Consejo del Mercado Común, el órgano máximo de conducción, que integran los cancilleres y ministros de Economía, se analizará la posibilidad de que Bolivia se integre sin necesidad de renunciar a la CAN de la que forma parte junto con Colombia, Ecuador y Perú. Similar sería la actitud de Ecuador. Mañana a la tarde, el encuentro de jefes de Estado también prevé debatir sobre la evolución de los procesos de integración regional.

La puesta en práctica del Fondo de Convergencia Estructural (Focem) destinado a compensar las asimetrías en los términos de intercambio que perjudican a Uruguay y Paraguay será otro de los items centrales del encuentro que terminará el viernes. Cien millones de dólares serán los recursos de ese fondo, aportados por Brasil (más del 70 por ciento), Argentina (más del 25) y el resto por Paraguay y Uruguay.

La marcha del proceso de integración de Venezuela será otro de los temas a analizar. Chávez anticipó que propondrá “reformatear” el Mercosur para que “todos sus integrantes estén felices”. El canciller de Brasil, Celso Amorim, anfitrión del encuentro, consideró que el socialismo siglo XXI que propone el líder caribeño “no contaminará” a su país. A pesar del verbo, señaló que es una decisión soberana de Venezuela que no tiene por qué ser cuestionada. El ministro de Luiz Inácio Lula da Silva evaluó que no ve “grandes problemas en el campo del comercio y las inversiones en el Mercosur” por las estatizaciones de la telefonía, la electricidad y los pozos petroleros anunciadas por Chávez como impronta de su tercer mandato.