Así los señalaron en una nota ingresada por mesa de entradas de la Casa de Gobierno por el presidente del Instituto del Aborigen Chaqueño (IDACH), Orlando Charole, quien encabezó la marcha hasta la sede del Poder Ejecutivo junto con su segundo, el dirigente Egidio García.

Charole desmintió los argumentos oficiales, que atribuyeron la muerte de 11 aborígenes a "enfermedades que no tienen que ver con la desnutrición", al advertir que "la pobreza extrema que padecen nuestros hermanos, abandonados por las políticas asistenciales, es la madre de todos los males".

El dirigente, acompañado por al menos 50 delegados de las etnias toba, wichí y mocobí, reclamó "un gesto contundente del gobierno frente al desastre humanitario que están sufriendo las comunidades originarias".

"Ese gesto debe ser la inmediata separación del cargo del ministro de Salud Pública, Ricardo Mayol, principal responsable de la pérdida de vidas humanas como consecuencia de la desnutrición", remarcó Charole.

Con su posición coincidió el titular del Centro de Estudios e Investigación Social Nelson Mandela, Rolando Núñez, quien reiteró que "los planes de asistencia y las campañas sanitarias no están enfocadas para que lleguen a los aborígenes, que terminan abandonados a su suerte".

"Había estadísticas oficiales que indicaban que 92 aborígenes estaban en estado grave de desnutrición al 29 de mayo, pero el gobierno no previó la llegada de la ola de frío polar y hoy estamos lamentando muertes que pudieron evitarse", insistió Núñez.

Por su parte, el ministro de Salud, Ricardo Mayol, aseguró anoche que las reparticiones a su cargo trabajan "constantemente en las zonas de asentamientos aborígenes y bajo ningún punto de vista las políticas de este gobierno se caracterizan por ser sectarias".

El funcionario, cuyo desplazamiento no es contemplado por el gobernador Roy Nikisch, advirtió que entre Salud Pública y Desarrollo Social de la provincia "tenemos 60 agentes sanitarios trabajando en la zona de El Impenetrable".

En una nota distribuida a la prensa, Mayol y la titular de la Red de Emergencia provincial, Laura Beveraggi, detallaron las "verdaderas razones" de los decesos producidos desde el 13 de julio a la fecha, los cuales se produjeron "por diversas causas más allá de los tratamientos recibidos por los pacientes".

"No desconocemos que hay desnutrición y que hubo fallecimientos, pero analicemos las causas y las historias clínicas de los pacientes", pidió el ministro al entregar un compilado de las acciones encaradas por el área a su cargo en nueve de los 11 casos denunciados.

En la mayoría el Ministerio de Salud admite la existencia de cuadros de desnutrición, pero adosa patologías que van desde la tuberculosis al alcoholismo, con la intención de demostrar que la deficiencia alimentaria no es causante directa de las muertes.

La lista oficial contempla los casos de María García (59 años), Alberto Gómez (82 años), Andrés Acevedo (82 años), Mabel Pino Fernández (46 años), Dora Leiva (45 años), Apolinario Fernández (48 años), Victorio Eliseo (58 años) y María del Carmen Moreyra (45 años), todos fallecidos.

Pero no hace mención a los episodios trágicos de dos bebés que, según el Centro Mandela, fallecieron pocas horas después del alumbramiento porque sus madres estaban desnutridas.