Los indígenas, que llegaron a Quito desde diversas provincias de la Sierra, la Amazonía y la Costa, se concentraron anoche en el Parque El Arbolito e iniciaron una caminata hasta la sede del Parlamento, informó Prensa Latina.

Luis Macas, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), resaltó que aspiran -de manera simbólica- a dejar cerrado el Legislativo y ratificar los plenos poderes de la Constituyente.

"El Congreso nacional, que es un centro de corrupción, tiene que irse. E incluso tienen que irse (también) los organismo de control que no sirven para nada y no han hecho nada hasta hoy", subrayó Macas.

La presencia de miles de indígenas en esta capital es precisamente para respaldar a la Asamblea, la cual se instalará a mediados de noviembre próximo, aseveró.

"Es hora de un verdadero cambio y que viene desde el pueblo", enfatizó al señalar que ellos apoyaron siempre la Constituyente.

Los ecuatorianos tomaron las calles aledañas al Congreso y quemaron cuatro ataúdes, que representaban a los partidos Socialcristiano, Renovador Institucional, Demócrata Cristianos y Sociedad Patriótica.

Macas destacó que al igual que ellos, la mayoría de los ciudadanos quiere el cambio y por eso votaron a favor de la instalación de la Asamblea Constituyente el 15 de abril pasado.