Además, mediante un decreto, Kirchner dispuso asueto los días 24 y 31 de diciembre de 2007 e instruyó a los organismos del Estado nacional para que adopten las medidas necesarias a fin de mantener la continuidad de los servicios esenciales de la población.

En los considerandos de la medida se sostiene que el 10 de diciembre confluyen dos celebraciones vinculadas con la defensa de los principios democráticos y con los derechos fundamentales del ser humano.

Por otra parte, sostiene que ese dìa se asocia, desde 1983, a las ceremonias de asunción de mando de los presidentes elegidos por el pueblo, lo que otorga una fuerte carga de simbolismo democrático a dicha fecha, que corresponde reforzar.

En virtud de lo expuesto, el decreto señala que resulta conveniente disponer del asueto a fin de pemitir una adecuada adhesión de la ciudadanía a tan trascendente acontecimiento.

Asimismo, agrega que los días 24 y 31 de diciembre, víspera de las festividades de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo y del Año Nuevo, constituyen, tradicionalmente, motivos de festejos para los ciudadanos.

Por último, se invita a los Poderes Legislativo y Judicial, a las provincias y al Gobierno porteño a adherir a los términos de la presente medida y también a las instituciones bancarias, de seguros y actividades afines para que adopten un temperamento análogo al señalado en los presentes artículos del decreto 1781.