"La situación en Honduras sólo puede describirse como alarmante", declaró Susan Lee, directora de la sección Américas de AI. "Los ataques contra los defensores de los derechos humanos, la suspensión de medios de comunicación, los golpes de la policía a los manifestantes y los siempre crecientes informes de arrestos masivos indican que los derechos humanos y el estado de derecho peligran en Honduras.

La organización de derechos humanos publicó su comunicado al día siguiente de que militares y policías hondureños dispersaran con porras y gases lacrimógenos a unos 4000 manifestantes que se congregaron en las inmediaciones de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde el presidente derrocado Manuel Zelaya se refugió tras regresar secretamente a Honduras el lunes.

"La única manera de avanzar es que las autoridades de facto detengan la política de represión y de violencia y respeten los derechos de libertad, de expresión de y de asociación", afirmó Susan Lee.

"También urgimos a la comunidad internacional a que busque una solución antes de que Honduras se hunda aún más en una crisis de derechos humanos", concluyó en el día que comenzaron los debates de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, a la que deben asistir mandatarios de todo el mundo.