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La decisión de Correa responde al pedido del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, solicitó ayer convocar a una reunión extraordinaria de los cancilleres del bloque para "denunciar las graves agresiones" de Bogotá hacia Caracas, tras disponer la ruptura de relaciones entre Caracas y Bogotá.

El mandatario ecuatoriano aseguró que interpondrá sus mejores oficios para resolver el conflicto pero con una reunión de presidentes. "Podemos obviamente en ese espacio atender la solicitud del presidente Chávez para reunirnos los presidentes de la región, al menos de América del Sur, y tratar de ver cómo mediamos y resolvemos este conflicto", afirmó.

Correa volvió a responsabilizar al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, por no haber evitado el agravamiento del conflicto diplomático. "Insulza presiona para que se realice sin consulta previa" una reunión del Consejo Permanente de la OEA, sin observar lo que dice el reglamento, y "se va a tratar un tema tan conflictivo", criticó el presidente en referencia a la reunión de ayer en Washington.

El embajador de Ecuador ante la OEA y presidente del Consejo Permanente, Francisco Proaño, renunció el martes, al declararse imposibilitado de satisfacer el pedido del gobierno de su país de realizar consultas antes de la reunión del Consejo Permanente, que en la práctica derivó en el agravamiento del conflicto.

En esa reunión, la delegación colombiana reiteró las acusaciones a Venezuela de "tolerar" la presencia de guerrilleros de ese país en su territorio y el embajador, Luis Hoyos, llamó indirectamente "dictador" a Chávez.