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Roberto Marchesini señaló a la prensa que "la idea de que el conflicto terminó no es compartida por toda la asamblea, que permanece en alerta".

El canciller Héctor Timerman reiteró hoy que, tras la firma de un acuerdo de monitoreo del río Uruguay entre los presidentes Cristina Fernández de Kirchner y José Mujica, "no hay nada más para resolver" en torno del largo conflicto binacional.

Un grupo de ambientalistas tiene previsto reunirse esta noche para elaborar una serie de propuestas en torno de la continuidad del plan de lucha contra la instalación de la pastera finlandesa.

Serán puestas a consideración durante la habitual asamblea general de los miércoles, en la que podría surgir qué actitud adoptará la Asamblea a partir del vencimiento, el 19 de agosto, del plazo de dos meses que se dispuso para el retiro del piquete.

Las posturas en torno de este tema continuaban divididas entre los manifestantes anti papeleras. La posición más dura la manifestó el asambleísta Ángel Frías quien, en declaraciones a radio Máxima de Gualeguaychú, destacó que la ruta nunca debió ser liberada porque era "la manera de decir que hay un pueblo luchando por lo que no luchan los gobiernos".

Asimismo, dejó al descubierto un quiebre entre los sectores más radicales y los grupos que han dialogado con el gobierno, al señalar que debe ser "el pueblo el que determine lo que quiere en la asamblea y que no sea un grupo de aliados el que cambie mi forma de vivir".

Frías consideró que hay "mercenarios dentro de la Asamblea" y estimó que "si la lucha continúa de esta manera, diciéndole sí a los políticos, vamos muertos".

Las declaraciones del asambleísta causó indignación entre los ambientalistas que ofician de voceros de la organización, como José Pouler y Jorge Fritzler, el primer de los cuales acusó a Frías de "mentir" y el segundo dijo que sus dichos eran "injustos".