"Sé que no me van a olvidar y yo tampoco me olvidaré de ustedes", fue la frase con la que el mellizo, como solamente lo hizo hace una década Diego Maradona, se despidió de la parcialidad boquense.

Claro que previamente al acto de despedida, que se desarrolló sobre el campo de juego de la Bombonera minutos antes del cotejo con Racing, afirmó que esperaba que la de hoy no fuera "la última vez" que tuviera contacto con el hincha auriazul.

Esta expresión de deseos partió de un mellizo emocionado por anticipado, cuando un grupo de representantes de la hinchada le entregó en la antesala de vestuarios una plaqueta y un trofeo con un número 7 en acrílico.

Después de esto Barros Schelotto salió al campo de juego, donde lo esperaba su familia -sus hermanos, su esposa, sus dos hijos y sus padres-, vistiendo un buzo azul que se quitó al llegar a la mitad de la cancha para mostrar que debajo tenía puesta una camiseta de Boca.

Luego realizó una simbólica vuelta olímpica ovacionado por todo el estadio, mientras retumbaba el "Guillermo va a volver" de la 'Doce', que se extendía por cada rincón de una Bombonera que latía de emoción como pocas veces.

Y para agregarle color a un adiós que nadie quiere sea el último, mucho menos el propio protagonista, comenzaron a flamear banderas con leyendas alusivas.

"Inventé frases para despedirte, pero todas ínfimas para un ídolo como vos"; "Guillermo, siempre en nuestros corazones" y "Lo que siento por vos sólo se entiende con el corazón", eran algunas de las dedicatorias que se visualizaban en derredor de un mellizo emocionado.

Pero "Guillermo, nunca te irás, siempre estarás en nuestros corazones", era la que seguramente más apreciaba Barros Schelotto, porque partía de una bandera colgada en el palco del "gran ausente", Diego Maradona.

Después de estas presentaciones llegó el broche de oro, cuando Guillermo se dirigió al túnel, donde esperó la salida del plantel de Boca, se abrazó con su amigo Martín Palermo, que encabezaba la fila, y luego fue saludando de a uno a todos sus compañeros y al propio entrenador, Miguel Russo, olvidando rencores del pasado reciente.

Barros Schelotto viajará mañana rumbo a los Estados Unidos, con toda la familia -su esposa dará a luz allí a su tercer hijo en junio próximo- y el miércoles empezará a entrenar en su nuevo equipo, el Columbus Crew, de Ohio. La etapa de diez años y 15 títulos con la camiseta de Boca habrá empezado a ser recuerdo.

Fuente: Télam