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La UBA informó que el rector de la Escuela Carlos Pellegrini, Jorge Fornasari, presentó la renuncia por razones de salud y con la intención de destrabar el conflicto. El centro de estudiantes del colegio, que mantiene la toma con dictado de clases y bloqueo a las autoridades desde hace 16 días, solicitó que a la salida de Fornasari se sume la renuncia de todo el equipo de gestión, encabezado por el vicerrector Raúl Juárez Roca. Al reclamo adhirieron los profesores de la Asociación Gremial Docente (AGD). Fuentes del rectorado de la UBA consultadas por este diario volvieron a exigir el levantamiento de la toma para negociar los planteos de alumnos y docentes. La disputa ahora parece radicar en quién quedará a cargo interinamente del colegio hasta que se designe a un nuevo rector. Por otro lado, los docentes del Pellegrini afiliados a UTE manifestaron que fue la universidad la que le pidió la dimisión a Fornasari y avisaron que, de removerse el actual equipo de gestión, realizarán un paro por tiempo indeterminado.

La renuncia de Fornasari fue difundida por la UBA ayer pasado el mediodía, cuando dio a conocer la carta del rector dirigida al titular de la universidad, Ruben Hallu. Fornasari se refirió a sus problemas de salud, los mismos que lo llevaron a estar de licencia, y también al “convencimiento de facilitar el camino hacia una solución responsable de los problemas que son de público conocimiento”. Ya son dos los rectores del Pellegrini designados en los últimos años que, resistidos por la comunidad escolar, casi ni logran empezar su mandato: Juan Carlos Viegas en 2007 y ahora Fornasari.

Entre los estudiantes y los docentes de AGD casi no se hicieron tiempo para festejar: de inmediato comenzaron a pedir la salida de los vicerrectores. “Esto confirma lo que estábamos denunciando, estas autoridades no pueden seguir gestionando el colegio. Pero no aceptamos, aunque sea en funciones administrativas, al resto del equipo de gestión”, dijo el secretario del centro estudiantil, Federico Fernández.

“El equipo de gestión, hablo de Juárez Roca, Valeria Bergman y Gustavo Petracca, no está en condiciones de asumir la transición porque sus declaraciones discriminatorias y persecutorias no garantizan el clima de trabajo necesario para acompañar la mesa de negociación con la UBA”, agregó el docente Julio Bulacio, de AGD. No mencionó a la vicerrectora Claudia Plonczyk, a cargo del Departamento de Inglés, quien parece encabezar la lista de candidatos a conducir la administración del colegio al menos durante los próximos 15 días, hasta que se reúna el Consejo de Escuela Resolutivo (CER) y proponga una nueva terna de candidatos a regir la institución.

Además, Bulacio, en diálogo con este diario, exhortó a la UBA a desmontar las acciones de la gestión de Fornasari, “las sanciones a los alumnos, amenazas escritas a docentes, designaciones de profesores sin ninguna selección académica ni pedagógicas”, enumeró.

“Para nosotros el colegio está oficialmente acéfalo. No termino de comprender si la causa de la renuncia es por su salud, o para destrabar el conflicto. Hoy (por ayer) tuvimos una asamblea mayormente informativa. Por ahora la continuidad de la toma sigue hasta que haya respuestas de las pautas que llevamos al rectorado”, dijo Agustina Peralta, alumna de quinto año.

Los profesores del colegio nucleados en UTE, que no apoyan los reclamos de los estudiantes y respaldan a la actual conducción, advirtieron ayer que Fornasari renunció por pedido explícito de la UBA, sin estar de acuerdo, y señalaron que no habría firmado la carta que la universidad difundió. Según este espacio, Fornasari habría aceptado renunciar tras llegar a un acuerdo respecto de su jubilación y con la condición de que no se remueva a su equipo. Desde la UBA no confirmaron que la renuncia del rector haya sido un pedido expreso de la universidad. El dirigente de UTE Marcelo Creta dijo a Página/12 que “la UBA dio un vuelco institucional, ya que no se está cumpliendo lo que votó el CER”. Creta señaló que permanecerán en “estado de alerta” y que, de removerse el equipo de gestión, decretarán un paro el próximo lunes.

Pese a las diferencias de interpretación, quedan al menos dos discusiones abiertas: la de fondo es quién será el próximo rector y, antes, durante el proceso de selección, quién de todos los vicerrectores quedará a cargo de las funciones administrativas. Para después quedará también resolver cómo se completará el ciclo lectivo. Los alumnos y AGD piden que se reconozcan las clases impartidas durante la toma, mientras que la UBA propuso varias opciones para extender las clases. “Respecto del cambio del calendario, la ley dice que son 180 días, pero hay que tener en cuenta cómo son esas clases. Nosotros peleamos por calidad académica, no por cantidad. No es sólo una cuestión numérica, esto desvía el verdadero conflicto”, dijo el estudiante Federico Fernández, no sin aclarar que ellos esperan una solución, y que la única vía es una mesa de diálogo.

Informe: Agustín Saavedra.