Ante el proyecto de la planta farmacéutica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, el centro de estudiantes se mantiene alerta y cuestiona el proyecto: “Estamos a favor de la producción pública de medicamentos –dijo el presidente del centro, Gabriel Lorencef–, pero tiene que ir de la mano de una discusión sobre la ley de patentes vigente, porque hoy los laboratorios que producen un medicamento tienen el monopolio de su comercio por determinada cantidad de años. Alertamos que el proyecto puede terminar en una nueva caja de negociados, utilizando la mano de obra estudiantil. No sabemos cómo va a aplicarse, pero si los estudiantes van a tener sus prácticas profesionales allí, deberán ser remuneradas”, dijo el dirigente del PO, que en las elecciones de la semana pasada conservó el centro y ganó la mayoría estudiantil del consejo.