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Los profesores de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA eligieron a sus representantes en el consejo directivo y la lista Simón Rodríguez –donde confluyen sectores kirchneristas, de centroizquierda e independientes– consiguió la mayoría de representantes en el claustro: así, Graciela Morgade, secretaria académica de la facultad, es la candidata a reemplazar en el decanato a Hugo Trinchero, quien este año termina su segundo mandato y no puede ser reelecto. La lista opositora, Nuevo Espacio de Profesores, que llevaba como candidata a Leonor Acuña, hasta hace poco vicedecana de Filo, se alzó con dos consejeros de minoría y, por pocos votos, dejó sin representación en el cogobierno a los radicales de Universidad Necesaria.

Sobre un padrón de 255 profesores regulares votaron 209, casi el 82 por ciento: la lista Simón Rodríguez alcanzó los 103 votos, el 49,28 por ciento, y se quedó con seis de los ocho consejeros directivos en disputa: hasta ahora, contaba con cinco bancas. La lista Nuevo Espacio de Profesores obtuvo 53 votos, el 25 por ciento, y se quedó con dos consejeros por la minoría (para acceder a tres consejeros, según el estatuto, es necesario reunir el 33 por ciento de los sufragios).

“Hay una continuidad en la gestión y se valida la conducción que tuvo la facultad con Hugo Trinchero al frente. Ser el oficialismo después de ocho años no es fácil y seguiremos trabajando”, sostuvo en diálogo con Página/12 Graciela Morgade, secretaria académica de la facultad. Especialista en educación sexual, Morgade se refirió a las principales propuestas que impulsará el espacio que integra: “Tenemos un desafío muy importante y es conseguir más concursos y rentas para que docentes y auxiliares que tienen doctorados puedan dar clase y puedan desarrollarse en la investigación. También trabajaremos para articular el trabajo de grado y posgrado, ya que el posgrado está creciendo de manera vertiginosa”, dijo. Por último, se refirió a la necesidad de “seguir profundizando proyectos de extensión. Pensamos que el trabajo territorial es el mayor desafío que tiene la facultad y para ello hay que trabajar en conjunto con las organizaciones de la comunidad. Hay que democratizar la vida universitaria”, concluyó Morgade.

Los resultados de las elecciones de claustros dejaron al oficialismo de Filo con quórum propio para poner decano: obtuvo nueve bancas sobre las 16 que estaban en juego en el Consejo Directivo. La semana pasada, en graduados, se impuso la lista Diferencia –sectores de centroizquierda y kirchneristas–, que es correlato de Simón Rodríguez en profesores, y retuvo las tres bancas de mayoría.

La lista Nuevo Espacio de Profesores –que la semana pasada había logrado la minoría en el claustro de graduados– se presentó por primera vez entre los docentes y consiguió desplazar de la minoría a los radicales de Universidad Necesaria. “No nos sentíamos representados y queríamos crear un espacio propio con algunas propuestas como el voto no docente, la autonomía universitaria y la elección directa de representantes, como sucede en la mayoría de las universidades nacionales”, le dijo a este diario Leonor Acuña, quien será consejera directiva por la minoría. Acuña –que integró el oficialismo hasta renunciar en mayo al vicedecanato “por diferencias políticas”– sostuvo a modo de balance: “Estamos contentos porque hace tres meses que empezamos y vamos a tener representación en el Consejo Directivo”.

Cerradas las elecciones de Filosofía y Letras, sólo resta definir la representación del claustro de profesores en las facultades de Ingeniería (también deben votar los graduados) y de Ciencias Exactas.

Informe: Federico Funes.