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El presupuesto, la articulación entre las distintas dependencias de una universidad y el trabajo orientado hacia las demandas sociales fueron los ejes del panel “La gestión universitaria para el siglo XXI”, del que participaron tres rectores de universidades nacionales, en el marco del programa “La UBA para el siglo XXI”, dedicado a reflexionar y generar propuestas sobre la educación superior. Entre las principales preocupaciones planteadas por los rectores aparecieron los problemas de deserción de los alumnos, la distribución de recursos, la necesidad de pensar a la universidad como una unidad y no como una “confederación de facultades”, así como la planificación estratégica.

“A diferencia de otras instituciones, el aparato de gestión tiene incidencia indirecta en la función principal de la universidad”, consideró el rector de la Universidad Arturo Jauretche (UNAJ) de Florencio Varela, Ernesto Villanueva. “La gestión es un apoyo. Esto conlleva un problema muy importante y es que la base de la organización, docentes e investigadores, tienden a menospreciar y a darle poca importancia a la gestión”, sostuvo.

Villanueva distinguió política de gestión y consideró a la primera sólo como “objetivos”, mientras que a la segunda la caracterizó de “instrumentación” de esos objetivos. “La masividad de las instituciones –siguió– hace imprescindible una mayor planificación de la educación superior.” Así hizo referencia a uno de los principales puntos que se tocó en el panel.

“En el Cono Sur, las universidades públicas son organizaciones que presentan serias dificultades a la hora de planificar institucionalmente”, enfatizó el rector de la Universidad del Litoral (UNL), Albor Cantard. Como aporte para pensar la gestión en la UBA, el caso de la UNL sirvió como ejemplo para reflexionar sobre uno de los ejes más mencionados por los tres rectores: la planificación estratégica. Cantard contó que en su universidad se elaboró una guía para promover “el desarrollo institucional”. “Creo que en el caso de la UNL realizamos un ejercicio colectivo desafiante y movilizador. Es la primera vez que se lleva adelante e impusimos esta cultura de trabajar diariamente sobre los proyectos”, aseguró. Para el rector, “el planeamiento conduce a salir de la inercia y del presente perpetuo, incorporando la noción de futuro en la gestión”.

En esa línea, Villanueva señaló que “la planificación requiere un financiamiento que no estamos encontrando”. Los tres expositores coincidieron en señalar al presupuesto universitario como uno de los problemas del sistema de educación superior, pese a que destacaron los avances registrados estos años. “Hubo un incremento del presupuesto, de la cantidad de instituciones, de estudiantes. En ese clima estamos viviendo, en cuanto a política universitaria, un momento de inflexión. El sistema universitario sigue teniendo problemas fuertes: la deserción y el esquema presupuestario”, remarcó Villanueva.

El rector de la Universidad del Sur, Guillermo Crapiste, pidió “mayor y mejor presupuesto”, debido a que “paulatinamente se va notando un deterioro”. “Eso no nos facilita la gestión”, añadió. Además consideró que es “complejo convencer a los colegas de que acompañen en la gestión”, en línea con el pensamiento de Villanueva.

El programa de debates continuará el lunes 10 de noviembre con el panel “Mujeres y decanas de la UBA: experiencias y perspectivas de la conducción femenina de la universidad”, en el que expondrán las decanas Cristina Arranz (de Farmacia y Bioquímica), Nélida Cervone (de Psicología), Graciela Morgade (de Filosofía y Letras) y Mónica Pinto (de Derecho).

Informe: Aldana Vales.