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Uno de los pocos sectores de la sociedad que aún no salió a reclamar contra el actual Gobierno inició esta semana su plan de lucha. Los estudiantes universitarios de todo el país empezaron a juntar firmas para elevar un petitorio exigiendo el pago de la deuda que el Estado mantiene con las universidades. El plan organizado por la Federación Universitaria Argentina (FUA) se cerrará el miércoles 28 con una jornada nacional de protesta que incluirá paros activos, movilizaciones en todas las universidades y un acto central frente al Ministerio de Educación. “Mientras se están dilapidando partidas millonarias para subsidiar al sistema financiero y a las privatizadas, es claro que para el Gobierno no es prioritaria la educación. Hay una política de ahogo presupuestario para la universidad”, alertó el vicepresidente de la FUA, Ariel Kreiman (Franja Morada).
El petitorio que comenzó a distribuirse esta semana en las casas de estudios para recolectar firmas de alumnos, docentes, empleados y de toda la comunidad exige el cumplimiento de los presupuestos universitarios del ‘99, 2000 y 2001. Frente a un presupuesto anual de 1800 millones de pesos para el sistema educativo superior, la deuda reclamada suma unos 300 millones. “Entendemos que la misma es parte de una estrategia de vaciamiento del sistema público universitario, con el fin de justificar su posterior privatización. También exigimos: la no privatización y arancelamiento de la universidad; la no restricción al ingreso y al egreso; y terminar con el subsidio a las universidades privadas”, señala el petitorio que será entregado al Ministerio de Educación a fin de mes.
“En las universidades estamos viendo situaciones que antes no veíamos -contó a Página/12 Kreiman, alumno de la Universidad de Entre Ríos–. Hay compañeros con realidades muy difíciles, la deserción está creciendo por los problemas económicos y muchos chicos del interior no tienen ni para cubrir su cuota alimentaria básica.” La FUA elaboró también un documento de denuncia: “El gobierno de Eduardo Duhalde no comprende que la educación pública es una de las principales herramientas, si no la única, para habilitar procesos de integración social con sentido igualitario e inclusivo... El deterioro del presupuesto, su reducción o la versión cínica actual de subejecución, es decir, la maniobra perversa de achicar las partidas de educación sin reconocerlo, implica una decisión de recrear un modelo dependiente que profundice las desigualdades y cierre el camino hacia una plena solución nacional”.
A la protesta estudiantil se sumarán los docentes universitarios. La Conadu Histórica definirá hoy cómo desarrollará sus reclamos, mientras la Conadu ya anunció su adhesión.
El plan de lucha fue aprobado por la mesa ejecutiva de la federación, donde confluyen las agrupaciones estudiantiles oficialistas y opositoras de la FUA. Pese al acuerdo, algunas federaciones regionales decidieron darle “un perfil propio a la protesta” para diferenciarse de Franja Morada sin abandonar el plan general. Las federaciones de Buenos Aires (FUBA) y de La Plata (FULP) están preparando una serie de actividades previas a la jornada de protesta de fin de mes. Para el miércoles 28 “probablemente acampemos frente al Palacio Pizzurno y hagamos un festival con bandas de música”, dijo Agustín Vanella (MST), titular de la FUBA. “El nivel de agresión que está sufriendo la universidad merece una respuesta fuerte -destacó la presidenta de la FULP, Inés Iglesias (Movimiento 31 de Mayo)–. La universidad pública está al borde de dejar de funcionar. La situación es insostenible.” Además del reclamo inmediato de que se cumpla el presupuesto, los estudiantes también exigen un incremento para “aumentar los salarios de docentes y no docentes y para financiar más becas”, detalló Vanella.