La realización de la asamblea para reformar los estatutos vigentes en la UBA desde 1958 tendrá que seguir esperando. Aunque el rectorado y otros representantes universitarios habían anunciado que esta semana definirían la fecha del nuevo llamado –tras la suspensión ocurrida el lunes 6–, la mayoría de los decanos habría acordado no convocar a los 236 asambleístas antes de las elecciones de claustros, ni antes de los comicios nacionales de octubre, para “evitar que la asamblea se vea contaminada por el clima electoral”, como confió un decano y confirmó un funcionario del rectorado. Lo que sí se aprobó es el cronograma electoral de la UBA para renovar a los consejeros directivos en todas las facultades: entre el 24 y el 28 de septiembre deberán votar los alumnos, y entre ese mismo 24 y el 26 de octubre –según disponga cada unidad académica–, los graduados.

De acuerdo con diversas fuentes académicas, los sectores que comparten el gobierno de la UBA, uno mayoritario formado por nueve decanos y el rector –donde se mezclan radicales, peronistas y aliados–, y otro espacio liderado por los “4 Decanos” incluido el vicerrector –ubicados más hacia centroizquierda–, mantuvieron una reunión en la que se consensuó “no tocar el tema de la asamblea en el Consejo Superior (que sesionó anteayer) para evitar tener que convocarla antes de noviembre”. El propósito fue que la asamblea que debe modificar la normativa universitaria “no contamine su desarrollo por los procesos electorales de los claustros y la presidencia nacional”. Así lo afirmaron sectores vinculados con el bloque mayoritario. Desde el espacio de los “4 Decanos”, en cambio, uno de los miembros apuntó: “Se habló sobre la postergación de la asamblea, pero no fue un acuerdo. Quedamos que lo íbamos a tratar”. Sin embargo, durante la sesión del Superior ningún decano mencionó el tema. Sólo la izquierda estudiantil lo hizo, aunque tampoco insistió. El consejero alumno Agustín Vanella (MST) aseguró a este diario que el oficialismo “no puede ponerse de acuerdo en la fecha de la asamblea porque hay una crisis enorme entre ellos. Nuestra posición es que debería haber asamblea lo antes posible”.

El Consejo Superior sí fechó, antes de que finalice octubre, las elecciones de los claustros de estudiantes y graduados. Los comicios obligatorios para los alumnos se realizarán entre el 24 y el 28 de septiembre: en cada facultad, todos los estudiantes podrán elegir cuatro consejeros que los representarán en el cogobierno académico. Independientemente se elegirán también las conducciones de los centros de estudiantes, en forma simultánea a la elección obligatoria en algunas facultades, en forma sucesiva en otras. Mientras, cada facultad tendrá que decidir en qué tramo del lapso comprendido entre el mismo 24 de septiembre y el 26 de octubre convocarán a votar a los graduados que se hayan empadronado.

La organización del cronograma electoral consumió gran parte del debate en la última sesión del Consejo Superior. Los consejeros de la FUBA pretendían más tiempo para que las agrupaciones estudiantiles preparen los comicios. También denunciaron una “persecución política” en su contra y enumeraron, como argumento, el allanamiento al local de la federación que realizó la policía la semana pasada, a raíz de una denuncia de la editorial universitaria Eudeba, y los sumarios abiertos contra los dirigentes Agustín Vanella, Martín Bustamante (PCR) y Santiago Gima (PO), entre otros, por los cinco bloqueos a las asambleas del año pasado.

El otro tema abordado por el Superior fue el presupuestario. Se aprobó un proyecto de resolución para que el rector Rubén Hallú “arbitre los medios necesarios” para paliar la “gravísima situación presupuestaria” en la que se encuentra la UBA. En ese contexto, al finalizar la sesión, Hallú anunció que el Ministerio de Educación librará a la brevedad 140 millones de pesos que se adeudan al sistema universitario, de los cuales a la UBA le corresponderían 10. Además señaló que continúan las negociaciones para conseguir un refuerzo presupuestario para lo que resta del año. En un sentido similar, durante la semana la Facultad de Ciencias Sociales informó que después de reclamar mayores fondos a Educación y al rectorado fueron escuchadas las demandas de partidas para designaciones docentes y, entre otros gastos e inversiones, la continuación de las obras para el nuevo edificio ubicado en Constitución.