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El informe sobre el estado de los sueldos en la universidad se enmarca en las campañas por un aumento salarial iniciadas por los dos gremios nacionales de los docentes (la Conadu y la Conadu Histórica). Los sueldos docentes están congelados desde 1992, cuando fue otorgado el último aumento. En el ’98 se acordó en paritarias un plan plurianual de recomposición salarial, que sólo se cumplió en su primera etapa y después fue sistemáticamente obviado por los sucesivos gobiernos, pese a que había sido incorporado por ley al presupuesto nacional. En marzo pasado, como informó este diario, los gremios docentes lanzaron, cada uno por su lado, sendas campañas a favor de un incremento. La Conadu pide una recomposición del nomenclador salarial para que “ningún docente universitario permanezca bajo la línea de pobreza”. Mientras, la Conadu Histórica exige un aumento urgente de 200 pesos para todas las categorías y dedicaciones docentes. Y convocó a un paro nacional de 48 horas para el jueves y viernes próximos. Hace una semana comenzaron las reuniones de los representantes gremiales con el Consejo Interuniversitario Nacional –donde se reúnen los rectores de las casas de estudios– para analizar qué posibilidades hay de lograr algún incremento. Por ahora, pocas.