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La leyenda de los muertos vivos tiene ahora ojos de videogame
“El huésped maldito”, basada en el juego “Resident Evil”, es una mezcla de tecnothriller con cine de terror sección zombies, y se mueve con naturalidad en un futuro dominado por terribles corporaciones.
Por Horacio Bernades
En el camino que va de lo clásico a lo pop, el cine buscó apoyo primero en cuentos y novelas, más tarde en historietas, después en series de televisión y finalmente llegó a lo que parecería ser el grado cero de la narración: el videogame. La tendencia a hacer películas a partir de los jueguitos de video, no por reciente menos creciente, obviamente no parece tener destino de eternidad, ni lo pretende. Como ciertos alimentos con fecha de vencimiento, conviene consumir títulos como Mortal Kombat, Super Mario Bros. o Tomb Raider antes de que se echen a perder, y esto suele ocurrir antes incluso de que sobrevenga la palabra “The End”. Uno de los más flamantes exponentes de esta tendencia, y ciertamente no uno de los peores, es Resident Evil, basada en el juego homónimo y estrenada en Estados Unidos en marzo de este año. Aunque no rompió las boleterías, sus responsables se tienen fe y preparan ya la secuela. En la Argentina, el sello LK-Tel acaba de lanzarla en video, con el título El huésped maldito.
Su realizador, el británico Paul W.S. Anderson –a quien no hay que confundir con su casi homónimo Paul Thomas Anderson, el de Magnolia– no carece de antecedentes en la materia, ya que fue el director de Mortal Kombat. Especialista en productos fantásticos y de terror como Event Horizon/La nave de la muerte o Soldier, está claro que Anderson no es precisamente un sofisticado de la acción. Pero cuando no se pone demasiado rutinario o mecánico, su falta de pretensiones puede dar películas más llevaderas y menos ampulosas que las de su tocayo más prestigioso. Sin ser la octava maravilla del género, es posible que El huésped maldito sea su mejor película hasta la fecha.
Tomando prestados elementos de varios géneros (el cine de anticipación, el tecnothriller, el cine de terror sección zombies), con el aporte heavy de Marilyn Manson en la banda de sonido y exhibiendo el nombre y el cuerpo longilíneo de la ex top model Milla Jovovich al frente del elenco, El huésped maldito transcurre en un futuro no tan lejano, dominado por supercorporaciones tecnológicas. Sobre todas ellas, una llamada Umbrella, que obtiene ganancias de la tecnología militar, la experimentación genética y el desarrollo de virus para fines bélicos. Umbrella tiene su cuartel central (“El Panal”) varios kilómetros bajo tierra, en Raccoon City, y ese cuartel se halla gobernado por una inteligencia artificial bautizada La Reina Roja. Ante el escape de un virus destructivo, La Reina Roja recurre a una medida extrema para evitar el contagio: extermina, mediante la liberación de un gas, a los 5 mil empleados de la planta.
Pero en realidad no los extermina, ya que uno de los efectos del virus es mantener activas las funciones vitales básicas de aquellos a los que afecta. En una palabra, genera zombies que, como indica la tradición de esta especie, tienen un único objetivo: devorar a cuanto humano se les cruce en el camino, para mantenerse vivos. Alertado del accidente, un compacto ejército de elite se llegará hasta El Panal con la misión de investigar. Será cuestión de matar o morir. Aunque, ¿cómo se mata a un zombie? Es obvio que El huésped maldito echa mano de la legendaria saga de los muertos vivos creada a fines de los ‘60 por George Romero, quien estuvo a punto de llevar a juicio a los responsables.
Pero la cosa funciona, propulsada siempre (como corresponde a una película originada en un videogame) por nuevas pruebas y obstáculos que se ponen en el camino de los héroes. De éstos, merecen mencionarse cierto pasillo-láser que corta en rebanadas a quien lo cruce, unos doberman-zombies que son pura carne putrefacta y un clásico del juego, llamado “El Lamedor”, monstruo de lengua enorme que va mutando de forma a medida que engulle a sus presas.