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Lanzamientos
YO NO SE QUE ME HAN HECHO TUS OJOS,
de Sergio Wolf y
Lorena Muñoz. 2003, 64 min.
Gativideo.
Sale en VHS y DVD la película que los críticos eligieron como la mejor argentina del año pasado. Debut en la realización de Sergio Wolf y Lorena Muñoz, Yo no sé qué me han hecho ... representa el intento de los realizadores por atrapar un fantasma huidizo y fascinante: el de Ada Falcón, una de las grandes cancionistas de los años ’30. Una vez alcanzada la cima y tras llevar una vida digna de una diva de Hollywood, la Falcón desapareció súbitamente de escena y se recluyó en un monasterio de las sierras cordobesas. Hacia allí van los realizadores. Combinando el rigor del documental con la pasión de un policial, Wolf y Muñoz emprenden una investigación cuasi arqueológica de cierta Argentina perdida, hasta develar un misterio que parecía insondable. Emocionante, sofisticada e imperdible.
CAPITAN DE MAR Y GUERRA,
de Peter Weir.
Con Russell Crowe, Paul Bettany y James D’Arcy.
2004, 133 min. AVH.
Transcripción de la primera entrega de una larga y popular saga literaria, Capitán de mar y guerra tuvo la fortuna de caer en las mejores manos: las del australiano Peter Weir, que se recupera aquí de las demagogias de La sociedad de los poetas muertos y el facilismo alegorista de The Truman Show. En sus manos, la obsesiva persecución de un buque francés a cargo del comandante de un navío británico, en plenas guerras napoleónicas, da como resultado un film de sobriedad entre seca y áspera. Tanto como los hombres de mar cuya vida retrata Weir, con el riguroso cariño de un documentalista y sin la más mínima concesión al superespectáculo vacío y digitalizado que la época impone. Tan sólida como el barco del capitán Aubrey, a quien encarna un Russell Crowe tan solemne como siempre.
RECONSTRUCCION DE UN AMOR,
de Christoffer Boe.
Con Nikolaj Lie Kaas, M. Bonnevie y K. Henriksson.
2003, 91 min. Transeuropa.
Consagrado mejor ópera prima del año pasado por parte de la crítica internacional, este film danés –debut de Christoffer Boe, quien dará que hablar– es un rompecabezas intrincado, complejo y fascinante. Como el título lo indica, la historia más simple del mundo (un triángulo amoroso entre un joven, una hermosa rubia y su marido) se ve aquí deconstruida, y es el espectador el que debe juntar las piezas y reconstruirla. La clave es que la misma historia se narra desde los distintos puntos de vista de sus protagonistas, cabiendo la posibilidad de que uno de ellos (o el relato entero) no sean otra cosa que el work in progress imaginario de un novelista. La propuesta podría hacer recular al más pintado. Pero la habilidad narrativa, visual y montajística de Boe la convierten en una experiencia casi hipnótica.
MI CASA EN UMBRIA,
de Richard Loncraine.
Con Maggie Smith, Chris Cooper y Timothy Spall.
2003, 109 min. AVH.
La premisa hace pensar que Mi casa en Umbria podría ser “la” película post-Torres Gemelas: tras un atentado terrorista que hace volar en pedazos un vagón de tren, los escasos sobrevivientes intentan recomponer sus vidas en un paraje italiano. Pero pronto se hace evidente que, más que cualquier referencia a la realidad, a los responsables de la película les interesa masajear un poco el corazón y los ojos del querido público, combinando paradisíacos paisajes de la Toscana con una historia de soledades, encuentros y segundas oportunidades, en la que clichés y fórmulas dramáticas están a la orden del día. En lugar de solterona avinagrada, Maggie Smith hace esta vez de solterona entre liberal y maternal, acogiendo a los traumatizados sobrevivientes en un palazzo campestre donde dan ganas de quedarse a vivir.