Se fue un amigo, un gran amigo. Lo conocí personalmente ¿me conocía? No, de la misma manera que no estuve nunca cerca de John Lennon ni del Che Guevara. Pero fueron parte indisoluble de mi adolescencia, teñida de sueños, ideales, actos solidarios en búsqueda de un mundo mejor. Andrés Cascioli, junto a los periodistas que conformaron la revista Humor, representaron un huracán de aire libertario en medio de tanta basura, censuras, bajezas, traiciones, destierros, muerte. La revista fue algo más que una publicación humorística. Resultó ser una expresión periodística y artística que muchos ignoraron; fue la posibilidad de encontrarnos con una verdad ignorada por el cínico poder dictatorial que imperaba en el país. Así como esperaba impacientemente los fines de semana para divertirme con mis amigos o ir a la cancha a ver a mi equipo querido de fútbol, con el mismo interés esperaba la llegada de Humor. Es muy difícil de explicar la sensación que me producía leer las notas y tiras, entre tantos, de Tomás Sanz, Gloria Guerrero, Fabregat, Altuna, Enrique Vázquez, Mona Moncalvillo, la misma que dos años antes del retorno democrático realizó notas a Pérez Esquivel y Hebe de Bonafini, cuando casi ninguna publicación masiva les daba cabida. O la nota de Enrique Vázquez en 1981, cuando reprodujo el discurso producido por Videla, en 1976, cuando asumió y al texto oficial le añadió frases como “estamos en presencia del mayor chiste de la historia, y de ahí su inclusión en Humor”; “está para repetir aquel verso estremecedor de Atahualpa Yupanqui: Dios por aquí no pasó”. Se fue un amigo de muchos que lo vimos como ejemplo de lo que debe ser un periodista. Una generación de jóvenes fuimos su público leal. Fue la revista Humor, como declaró el mismo Andrés en una oportunidad, “una zona liberada, porque percibíamos nuestro ámbito como un refugio, un espacio de libertad, y la gente lo notaba”. Se fue un amigo al que no conocí pero clarificó mis días juveniles, partió de la mejor manera que un periodista puede aspirar: con el reconocimiento de sus lectores, con el respeto de sus pares, con el agradecimiento eterno de todos los que pelearon contra la dictadura.

Roberto Benedetto

D.N.I. Nº 12.112.408