Resulta evidente que en los últimos años mejoró la calidad de la programación de la televisión pública, que incluso supo conjugar la cultura con el entretenimiento en programas excelentes, como los Cuentos de Fontanarrosa. A su vez, la creación del canal Encuentro es un acierto y es de esperar que, a través del tiempo, pueda ir reemplazando algunos enlatados por producciones propias. Entre esas iniciativas estratégicas por una televisión pública de calidad se encuentra Ciudad Abierta, que pasó de transmitir imágenes fijas de la ciudad a tener una producción propia pluralista y diversificada, con unitarios como 9 mm, series como Mi señora es una espía, documentales como Flora y fauna, entrevistas en profundidad como en Mal entendido, divulgación científica, etc. Está claro que no tiene un 0,000 de rating, como expresara el jefe de Gobierno electo de la ciudad de Buenos Aires, evidentemente mal asesorado. En todo caso, el desafío sería cómo aumentar la audiencia y mejorar aún más la programación para estar al nivel de la televisión pública de otros países, con programas que son un oasis en plena desertificación de la cultura, en una crisis de empobrecimiento del lenguaje que los medios de comunicación deben ayudar a revertir.

Dr. Javier Flax

DNI Nº 13.277.091