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Fueron menos de veinticuatro horas en las que José Nun y Gilberto Gil, secretario y ministro de Cultura de la Argentina y del Brasil, respectivamente, coincidieron por primera vez en una reunión de trabajo. Gil llegó antes de anoche y se fue ayer por la tarde rumbo a Portugal. En el medio, él y su par acordaron un par de puntos centrales sobre distintas políticas culturales que planean implementar en el corto y mediano plazo, fundamentalmente alrededor de la consolidación del Mercosur Cultural. El debut de los pares del área de cultura fue presentado formalmente ayer en una conferencia de prensa en la que también estuvieron el embajador brasileño, Mauro Vieira, y el subsecretario de Cultura José María Paolantonio.
Entre los acuerdos que puntearon Nun y Gil (este último, lucía una trenza cosida que sujetaba sus dreadlocks) figuran la puesta en marcha de un Centro Internacional de Industrias Creativas, una iniciativa brasileña apoyada por la Argentina, con una leve modificación. Además del centro original, que tendrá sede en Brasilia, Nun propuso a su par la creación de otro centro regional que permita estrategias conjuntas. “Si se abría a todos por igual nos iba a pasar como en la fábula del tiburón y la sardina. Hoy ni siquiera nos conviene competir con las artesanías africanas, por ejemplo”, aclaró Nun terminada la conferencia. “Gil tenía la música del proyecto pero todavía le faltaba la letra, y nos pidió que empezáramos a hacerla nosotros. Así que nos quedamos a cargo de la creación del Centro Regional: empezaremos a escribir la forma de fortalecernos primero regionalmente.”
Los puntos tendientes al fortalecimiento del Mercosur Cultural abarcan desde la implementación de un fondo especial creado por los ministros en Brasilia hasta actividades concretas, como una nueva edición del Festival Internacional de las Tres Fronteras, en agosto próximo en esa región fronteriza, y la implementación del Programa Amazonia-Patagonia, que buscará enlazar ambas regiones turísticas a través de circuitos culturales. También se anunció un proyecto por el cual seis pasantes argentinos pasarán por lo menos seis semanas en el Ministerio de Cultura del Brasil, y seis brasileños en la secretaría argentina. “Uno de los objetivos centrales será aprender de la experiencia del Brasil en la Ley de Mecenazgo, para poder aprender de los éxitos y limitaciones de la experiencia hasta aquí”, puntualizó Nun.
Ambos países acordaron además defender una posición conjunta ante la Convención de la Unesco sobre Diversidad Cultural –que se llevará a cabo en París en septiembre próximo–, adhiriendo al principio de excepcionalidad cultural, que considera que los bienes culturales deben tener un tratamiento distintivo por sobre otros bienes. “En el futuro deberemos seguir acordando posiciones comunes en otros temas importantes como el de propiedad intelectual, no sólo en sectores clásicos sino también en los que plantean nuevas polémicas como los de los medios electrónicos”, indicó Gil.
“Hacemos lo que se puede, pero si lo viera de afuera diría que hubo un progreso en la gestión”, aseguró el brasileño respecto de su acción al frente del área de cultura. “Es necesario que los gobiernos y la sociedad tengan una noción más clara y profunda de la transversalidad de la cultura, de la real incidencia que tiene en todas las áreas de la vida. No es nada fácil: hay una tradición de considerar a la cultura como un sector marginal. El desafío es cambiar esta tradición.” Antes de salir apurado a tomar su vuelo, Gil tuvo tiempo de referirse al incidente que protagonizó el jugador de Quilmes Desábato al decirle negro de mierda a Grafitte, del San Pablo. “Fue algo ocasional, no creo que pueda hablarse de racismo argentino”, minimizó el ministro-músico. “Pasa en todo el mundo, como un subproducto de la competencia, la virilidad, la fuerza energética, todo eso. En todo caso, es bueno que la sociedad tenga conciencia de que estas cosas existen.”