CULTURA
La poesía como herramienta de cambio
Con un look que contrasta con el riguroso traje que predomina en Rosario, luciendo jeans, sandalias y boina, Ernesto Cardenal fue quizá la figura que más contrastó en el Congreso. Escritor, escultor y sacerdote, miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional y ministro de Cultura de Nicaragua tras la revolución, de vitales “ochenta años menos dos meses” y cabellera blanca, Cardenal trajo la voz del poeta que se sigue asumiendo revolucionario. Hacía veinte años que no pisaba la Argentina, y es la primera vez que participa de un encuentro de la RAE, a la que pertenece. La editorial Homo Sapiens acaba de editar en Rosario una Antología poética que el autor de Epigramas presentará la semana próxima en Buenos Aires.
“Estuvo muy bien Carlos Fuentes cuando dijo que la literatura es nuestra manera de modificar el mundo, y me encargué de felicitarlo”, comentó en conferencia de prensa. “Claro que es así. Marx decía que la filosofía no estaba para explicar el mundo sino para cambiarlo. Lo mismo puede decirse de la poesía, y yo digo que también de la teología”. Cuando se le recordó que Jorge Edwards declaró que ninguna novela puede derrocar a un gobierno, Cardenal ejemplificó su desacuerdo: “Un libro que modificó y sigue modificando el mundo es El capital. No puede decirse que Marx haya fracasado, porque todavía no fue puesto en práctica. Los países socialistas del Este fracasaron porque tenían falsos socialismos. El capitalismo actual fracasó porque es un auténtico capitalismo”.
“¿Cuál es el rol de la poesía en la búsqueda de libertad de los pueblos latinoamericanos?”, le preguntó una chica, tímidamente. “Depende”, contestó Cardenal. “Si es una poesía de Octavio Paz, ninguno”. “Pero aunque haya poetas reaccionarios la poesía sigue teniendo la potencia de cambiar el mundo”, retrucó una asistente al congreso que se había colado. “Tiene razón, señora”, admitió el escritor. “El deber del poeta es seguir siendo profeta, como los profetas de la Biblia.”