CULTURA
Las puestas argentinas
Una idea de la importancia que tuvo en la escena argentina la producción de Arthur Miller la ofrece el estreno porteño en idisch de La muerte de un viajante, protagonizada por Joseph Buloff, y poco después una exitosa puesta en El Nacional, donde Narciso Ibáñez Menta componía al viajante Willy Loman. Este montaje tuvo lugar en 1950, a un año de la première mundial en Nueva York. Exactamente, el 10 de febrero de 1949, en el Morosco Theatre. De esta pieza nació un teatro nuevo y del áspero diálogo entre padre e hijo, una situación reveladora respecto del derrumbe personal y social: “Robé un traje en Kansas y estuve en la cárcel. He robado en todos los empleos que he tenido desde que salí del colegio. No he llegado a nada porque me llenaste la cabeza de aire...”, le grita rencoroso el hijo a un padre que, destruido, se defiende malamente antes de suicidarse: “No soy un cualquiera ni un fracasado; soy Willy Loman”.