CULTURA
Los últimos argentinos
Actualizar Los siete locos de Arlt, pero en los arquetipos de la generación del Che. Esto es lo que se propuso David Viñas en Tartabul o los últimos argentinos del siglo XX, la novela que terminó de escribir y que probablemente sea publicada por una importante editorial en los próximos meses. A Tartabul, el narrador de la novela de Viñas –que es el personaje de La Bolsa (1891) de Julián Martel–, “los señoritos de entonces lo tenían para el churrete, le pegaban con un puntero en la cabeza y le decían: ‘Imitá a Mitre’”. Entre los cinco personajes que aparecen en su última novela, Viñas señala al Chuengo, “una especie de Carlos Correas, un compañero de la revista Contorno”, que fue uno de los primeros homosexuales que exhibió su condición de manera muy agresiva. La segunda figura es Piti, que muere en la calle Corrientes, asesinado por la dictadura militar. El gran cínico es el Griego o Piraña, el único que consigue acomodarse durante el menemato como embajador en Madrid. Moira, “una pituca contradictoria”, según Viñas, es torturada y la pasean por la ciudad para que señale a sus compañeros. Y, finalmente, el Tapir, acaso en uno de los momentos más dramáticos de la novela, tiene que fusilar a un oficial del Ejército y dice que “Dios es la única utopía”.