UNIVERSIDAD › MOVIMIENTOS EN EL ESCENARIO GREMIAL DOCENTE
Una reunión y otra división
En paralelo al proceso de reunificación de la Conadu y la Conadu Histórica, se conformó otra federación nacional: Fedun.
Por Javier Lorca
Mientras los dos bloques que dividen desde hace siete años a la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) tienden a confluir, acaba de formarse un nuevo sindicato paralelo: la Federación Nacional de Docentes de las Universidades (Fedun). En un escenario sumamente complejo, con los dirigentes de unos y otros sectores acusándose y, en varios casos, publicitando simultáneamente la pertenencia a sus filas de los mismos gremios de base, la única tendencia más o menos clara permite agrupar, por un lado, a la Conadu y la Conadu Histórica en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y, por otro lado, a la nueva Fedun dentro de la Confederación General del Trabajo (CGT).
La fractura del sindicato de los docentes universitarios data de 1998. Dos años después, tras la intervención del gremio por el Ministerio de Trabajo, por fuera de la Conadu se formó la Conadu Histórica. Esos son los sectores que, desde el año pasado, están acercando posiciones. De hecho, hace apenas dos semanas realizaron su primer plenario común y acordaron integrar en conjunto una comisión negociadora con el Ministerio de Educación y los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional. El punto central de sus reclamos es la recomposición de los sueldos y del nomenclador docente (piden 800 pesos, media canasta familiar, para el cargo testigo, el ayudante de 1ª con dedicación semiexclusiva).
“Por ahora, el acuerdo implica discutir y evaluar juntos, en plenarios, los avances que pueda haber en la comisión negociadora, a la que vamos a llevar una posición consensuada”, dijo Pedro Sanllorenti, secretario adjunto de la Conadu. Para José Luis Molina, titular de la Conadu Histórica, lo central del acuerdo es que se ha definido “constituir un frente único ante la patronal. Ninguna federación va a firmar acuerdos unilaterales. El tiempo dirá si otras acciones conjuntas son posibles”. Los gremios de base que hoy conforman la Conadu son los de Rosario, Mar del Plata, Córdoba, La Plata, San Luis, Río IV, Formosa y Santiago del Estero. Y la Conadu Histórica reúne a más de veinte: los del Litoral, Catamarca, Cuyo, Misiones, Patagonia San Juan Bosco, Luján y Comahue, entre otros, incluida la AGD-UBA (uno de los dos gremios que existen en la Universidad de Buenos Aires).
Frente a ellos, hace justo una semana se constituyó Fedun, con los objetivos de “representar a todos los docentes de todas las universidades estatales” y trabajar “para que la universidad pública tenga un rol preponderante en el proceso de desarrollo económico del país”. Como prioridad, la nueva entidad postula recuperar para los salarios “el poder adquisitivo anterior a la devaluación, para avanzar hacia un salario único para todos los docentes del Mercosur”. En su mayoría, los sindicatos de base que integran la Fedun estaban hasta el año pasado dentro de la Conadu: son los de San Martín, el IUNA, Villa María, Lomas de Zamora, UTN Avellaneda, Entre Ríos, Aduba (el otro gremio de la UBA) y uno de los dos gremios de Tucumán. A ellos se sumaron otros, como las asociaciones de las universidades provinciales de Entre Ríos y de San Luis. Además, los dirigentes de Fedun consideran en sus huestes a gremios que la Conadu Histórica considera propios: Lanús y Quilmes, por ejemplo.
“La Fedun va a funcionar como otro gremio, aparte de la Conadu. La discusión dentro de la Conadu ya no tenía sentido, generaba más confusión entre los docentes –dijo Daniel Ricci, secretario general de la federación recién creada y también de Aduba–. Ahora vamos a construir una política nueva. Todos los gremios que integren la federación van a tener representación en la comisión directiva de Fedun, con un criterio más amplio y participativo.” Los dirigentes de la otra vereda no se ahorraron críticas: “Sólo es un sello de goma. Ahora va a haber una representación real para los docentes, a través de las Conadu, con todos nuestros defectos, y otra federación de cartón pintado”. Molina estimó que Fedun no es más que “una organización fantasma”.