Jueves, 13 de marzo de 2008 | Hoy
DEPORTES › INVOLUCRADOS DIRECTIVOS DE FIFA
Por Pablo Vignone
La quebrada empresa de marketing de la FIFA, ISL, pagó no menos de 138 millones de francos suizos, más de 130 millones de dólares, en sobornos a dirigentes deportivos para conseguir derechos de TV y organización entre 1989 y 2001, según confirmó uno de los jueces del proceso que se está llevando a cabo en el cantón de Zug, en Suiza. En la instrucción del juicio, el magistrado Thomas Hildbrand presentó evidencia de que el actual presidente de la Confederación Suda-mericana de Fútbol (Conmebol), Nicolás Leoz, recibió 130 mil dólares entre enero y mayo de 2000 por medio de un banco de Liechtenstein. Leoz, que negara la acusación ya en septiembre de 2006, es uno de los dos dirigentes del fútbol mundial mencionados en los 228 folios de la acusación; el otro es un dirigente africano que recibió un soborno en 1999 y ya no actúa en el fútbol.
Uno de los tres jueces intervinientes en el proceso, Marc Siegwart, mencionó ayer a Leoz como uno de los dirigentes arreglados y confirmó el volumen del dinero pagado en sobornos, señalando que la información proviene de los abogados de uno de los implicados. Los seis ex directivos de la ISL procesados son su ex presidente Jean-Marie Weber, su hijo Hans-Peter y los ejecutivos Hans-Jurg Schmid, Christoph Malms, Heinz Schurtenberger y Daniel Beauvois. El soborno a Leoz está documentado en las actas del proceso. El paraguayo es miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, que hoy se reúne en Zurich bajo la presidencia de Joseph Blatter.
De los 138 millones, 120 millones se pagaron hasta 1999 y los 18 millones restantes están documentados en la acusación. Durante ese período, ISL tuvo negocios con las principales asociaciones deportivas mundiales, además de la FIFA: el COI, la UEFA, la ATP o las federaciones internacional de atletismo (FINA) y natación (IAAF).
Durante la sesión del juicio sostenida ayer, dos de los implicados, Christoph Malms y Hans-Jorg Schmid, no negaron las acusaciones de soborno, aunque sólo las llamaron “comisiones” y acusaron al presidente de la compañía quebrada, Jean-Marie Weber, de organizar los pagos, sacando el dinero de la compañía para distribuir los sobornos. Schmid dijo que nunca habían pedido recibos por los pagos y Malms aseguró que los sobornos eran usuales en el mundo del deporte.
ISL quebró en 2001 y puso en peligro la realización del Mundial de Fútbol de 2002 en Japón y Corea. La FIFA demandó a ISL por casi 70 millones de francos suizos, que le pertenecían y habían desaparecido. En 2004, según denunció el periodista británico Andrew Jennings, Weber se encontró con Blatter, en una pausa de una reunión del Comité Ejecutivo de la máxima entidad del fútbol en Túnez. Al poco tiempo, FIFA retiró la demanda, aunque la Justicia suiza siguió investigando a la compañía fallida. Weber y Blatter eran representados por el mismo abogado, Peter Nobel. El fiscal Hildbrand allanó las oficinas de Blatter en Zurich en noviembre de 2005 y, según pudo establecer Página/12, podría llevarlo a juicio durante este año.
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