Carlos Ahumada Kurtz es un hombre pródigo a la hora de recibir denuncias. Denuncias por lavado de dinero, denuncias por vínculos con el narcotráfico, denuncias por pago de coimas, denuncias que han viajado durante años desde México (su país adoptivo) a la Argentina (su país de origen). Al actual hombre fuerte de Talleres de Córdoba no parecen inquietarlo demasiado esas acusaciones, que intenta refutar basándose en expedientes judiciales de los que salió airoso, artículos periodísticos que lo victimizan y otros elementos que colecciona en su propia página de Internet, www.carlosahumada.com. Este empresario que volvió a Buenos Aires el 8 de julio de 2007 después de vivir casi 32 años en tierras aztecas, consiguió hacerse un lugar en el fútbol criollo con la aceptación de Julio Grondona (que lo recibió en su despacho de la AFA) y la autorización del juez que entiende en la quiebra del club cordobés, Juan Carlos Tale.

La más reciente y grave denuncia que le cargaron a su cuenta se la hizo un ex colaborador suyo, Alonso Alfonso Reyes, detenido en México. En una carta que le envió al director del Diario del Istmo de Veracruz, Héctor Robles Barajas, y que éste reprodujo en sus páginas el martes pasado, afirma que posee 38 videos que involucran al empresario en actos de corrupción con políticos de aquella ciudad. “Todos sobornados por Carlos Ahumada Kurtz, antes de ser lo que hoy son, pero gracias a esas corruptelas tienen lo que tienen y lo que representan; las imágenes dirán lo que mil palabras”, sostiene Reyes en uno de los párrafos del largo mensaje que envió al diario.

Las imágenes que posee Reyes son de 2003 y disparan una comparación inmediata con otras que el propio Ahumada tomó en 2004 pagándoles coimas a políticos vinculados con el ex candidato presidencial mexicano Andrés López Obrador. Los famosos videos de Ahumada contribuyeron a que ese político de centroizquierda perdiera las elecciones en agosto de 2006 por ajustado margen con el actual primer mandatario Felipe Calderón. Ahumada se había filmado a sí mismo. Y su osadía le salió demasiado cara. Buscado por la Justicia de México se fugó a Cuba, el gobierno de la isla lo extraditó y terminó casi tres años en prisión, donde para llamar la atención sobre su situación se cosió la boca.

Este prontuario de Ahumada, que incluye presuntos vínculos con el Cartel de Juárez, ha sido difundido en Córdoba y Buenos Aires por un grupo de socios de Talleres reunidos en la agrupación La Causa y que lidera Nicolás Martínez Dalke. Ellos consiguieron interesar a la diputada nacional Delia Bisutti, integrante de la Comisión de Deportes de la Cámara baja, para que elevara un pedido de investigación a la Inspección General de Justicia (IGJ) “con el objetivo de que determine si la AFA cumplió y cumple con sus obligaciones de supervisión y contralor del gerenciamiento en el club Talleres de Córdoba”.

Martínez Dalke, cuando se presentó el 19 de febrero pasado ante la Comisión de Deportes, Recreación y Prevención de la Drogadicción de la Legislatura de Córdoba, aludió a Ahumada con estas palabras: “Hay que preservar no sólo a los socios y a los acreedores sino también a la sociedad de la persona que está en Córdoba manejando el club. Los antecedentes son alarmantes y es fundamental una participación de su parte (le pidió al presidente de la comisión) para que este tipo de personajes no recalen en Córdoba y en la Argentina contaminando a la sociedad”.

El 19 de marzo, un mes después, La Causa recibió una invitación para reunirse con Ahumada, cita a la que no concurrió y además denunció en una gacetilla que en la gerenciadora del club trabajaban “los mismos personajes que llevaron a la quiebra a nuestra amada institución: Antonio Pichi Fauro, Sergio Marconetto, Horacio Manzur y Carlos Granero”.

Ahumada Kurtz acaba de adquirirle el 100 por ciento de las acciones de la empresa Ateliers SA a Granero, un ex gerente de Boca Juniors que luego se volcó al mercado del fútbol para hacer operaciones como intermediario y que controlaba Talleres desde que al club se le había decretado la quiebra. El hombre de frondosos antecedentes penales que amasó su fortuna en México colocó en la presidencia que dejó vacante Granero a un ex futbolista: Martín Vilallonga, ex delantero de Independiente y Lanús, entre otros equipos, que además le brindaba servicios como asesor.

“Es un orgullo recibir la confianza de Carlos Ahumada y a la vez es una gran responsabilidad asumir la presidencia. Seguiremos trabajando como hasta ahora para hacer lo mejor para Talleres”, comentó Vilallonga en declaraciones al diario La Voz del Interior el 1º de abril.

En su patria adoptiva, Ahumada Kurtz dejó detrás suyo videos que lo incriminan, alguna causa abierta que aún se le sigue por fraude genérico, su conglomerado empresario denominado Quart y un sistema basado en claves mediante el cual hacía entregas de dinero a funcionarios, periodistas y personajes vinculados con el fútbol (que el diario La Jornada denunció con detalle el 15 de junio del año pasado). Pero además, el empresario abandonó un par de clubes donde recibió tantas demostraciones de afecto de sus hinchas como imputaciones. Se trata de Santos Laguna y León. Este último lo había adquirido en 2002 y siguió reclamando su propiedad por falta de pago, incluso cuando estaba detenido en una cárcel mexicana.

“El señor de los sobornos”, como lo llaman en el país donde pasó la mayoría de sus 44 años, llegó a la Argentina para quedarse. Sobre él, Ricardo Aleman, un periodista del diario El Universal que el gerenciador de Talleres cita en su propia página web, escribió una vez: “De Carlos Ahumada se puede decir mucho, casi todo ello poco gratificante para la imagen del empresario, y en la mayoría de los casos se estaría hablando con la verdad...” ¿Hace falta agregar algo más?