En la lista de personajes que Carlos Ahumada Kurtz mantenía bien atendidos con sumas de dinero que abonaba mediante claves como GPV08 o GPV22, el diario mexicano La Jornada incluyó a mediados de 2007 al ex árbitro Edgardo Codesal, aquel que dirigió la recordada final del Mundial de Italia ’90 entre Alemania y Argentina. En el artículo que se titula “Lista de ‘favoritos’ de Ahumada, en agenda secretarial de 2003” también aparecía otro referí, Felipe Ramos Rizo. Codesal es el mismo que sancionó un penal inexistente sobre la hora de Roberto Sensini (el actual técnico de Estudiantes) y que Andreas Brehme transformó en el único gol que le dio el título al equipo conducido por Franz Beckenbauer.

Nacido en Uruguay pero nacionalizado mexicano, con el tiempo resultó un hombre clave en el entramado de negocios futbolísticos del empresario. Llegó a la presidencia del consejo directivo de los clubes Santos Laguna y León que había comprado Ahumada Kurtz. Pediatra de profesión y ex titular de la Comisión de Arbitraje de México, una de las últimas noticias que se tuvieron de él fue cuando sufrió un infarto agudo el 1º de noviembre de 2007, del que se recuperó satisfactoriamente.