San Antonio está contra las cuerdas. Si esta noche a las 22 pierde el quinto encuentro de la serie ante Los Angeles Lakers en el Staples Center, el campeón resignará su corona y la posibilidad de obtener el cuarto anillo en seis años (televisa Canal 7). Pero para revertir el panorama, necesitará un importante cambio en su juego y en su actitud. La diferencia que marcó Los Angeles Lakers en el desa-rrollo de la serie es aún mayor que el 3-1 que tiene a favor. El equipo de Phil Jackson dominó tácticamente el duelo y casi siempre se jugó a su ritmo. Sólo en el tercer partido, cuando Emanuel Ginóbili se escapó del cerrojo defensivo que le plantean Vujacic y las ayudas, San Antonio pudo imponer sus condiciones. Y si bien tuvo chances de ganar tanto el primero como el cuarto, las victorias de los angelinos resultaron lógicas. Para tener posibilidades, San Antonio debe recuperar juego. Cuando ganó, consiguió porcentajes de efectividad muy superiores a su media, algo difícil de repetir. Necesita involucrar a más jugadores en su ofensiva, más allá de lo que aportan Duncan, Parker y Ginóbili –el miércoles fue Barry, ante la ausencia del argentino–. Y como siempre, tratar de limitar a Kobe Bryant. Si no lo consigue, deberá pensar en la próxima temporada.