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River vive horas de felicidad. No venía jugando bien, ni parecía representar una alternativa fuerte al liderazgo de Independiente en el Apertura. Pero la victoria en Avellaneda no sólo lustró el interés del torneo sino que fue interpretada por los jugadores como la posibilidad perfecta para recuperar el nivel que mostraron en algunos partidos en el arranque del certamen, y que nunca volvió a mostrar tras la goleada sobre Estudiantes.
“El triunfo es importante por todo lo que venía pasando. Pero no lo tomo como una revancha. Lo que pasa es que hay gente que espera que a River le vaya mal y eso a uno le da mucha bronca”, afirmó Andrés D’Alessandro, autor del segundo tanto ante Independiente, tras la liviana práctica matutina en el Monumental a la que convocó el chileno Manuel Pellegrini, a causa del partido de mañana ante Racing, por la Copa Sudamericana.
D’Alessandro señaló que está “contento por haber mejorado” su juego y aclaró que frente a Arsenal y Talleres no estuvo en su nivel, “aunque ante Independiente fue distinto. Queríamos ganar. El partido era para seguir creyendo y Angel Comizzo tuvo una actuación bárbara”.
Independiente venía goleando, pero “no todos los partidos se dan para hacer seis o siete goles –apuntó D’Alessandro–. Nosotros sabíamos que era importante cortar el circuito que generan Insúa y Montenegro, porque ellos llegan constantemente por los laterales. Se dio como lo habíamos planificado. Salió todo redondo”.
Angel Comizzo, la figura del partido, compartió el sentimiento de D’Alessandro, aseguró que el campeonato “se puso lindo” y que la victoria “es mérito de River”. Para el arquero “River es River, le ganó a un equipo bárbaro y va a estar prendido en la lucha por el campeonato. El mérito es todo nuestro, sin duda. Este equipo no se había olvidado de jugar al fútbol”, agregó.
“No era un partido especial para mí, era especial para el equipo. Estaba bien, me sentía bárbaro. Pude colaborar en beneficio del grupo y eso me puso bien”, indicó.
Respecto del suspenso que la victoria de River le puso al campeonato, en función de la “manito” que con ese triunfo el equipo de Núñez le dio a su tradicional rival, Boca, que había perdido con Racing, Esteban Fuertes fue entre categórico e irónico: “No creo que hayamos salvado a Boca. Nos salvamos a nosotros mismos. Necesitábamos ganar para seguir prendidos porque si no, quedábamos muy lejos –admitió–. Aunque tal vez hayamos apagado un poco el incendio que tienen por ahí”, agregó.
La caída de Independiente ha achicado los márgenes de ventaja, y a la mitad del torneo (se jugaron nueve fechas, quedan diez), la diferencia sobre River, Boca o el sorprendente Central es prácticamente nula, lo que augura una palpitante carrera por el título en la decena de partidos que quedan: el domingo Central visita a River, y a Boca le toca visitar a River (en la 14ª fecha) y a Independiente (en la 18ª).