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- Sombras chinescas.

No nacieron en China, a pesar de su nombre, sino en la isla de Java, aproximadamente unos cinco mil años antes de J.C. Concebidas originalmente como juego infantil, las sombras chinescas dieron vida al teatro de sombras que, procedente de Oriente, se popularizó en Alemania y Francia, y posteriormente en todo el mundo. Las sombras chinescas constituyen uno de los primeros esfuerzos por materializar el ancestral afán humano de reproducir el movimiento sobre una pantalla, y en este sentido pueden concebirse como un remoto antecedente del cine (Versión Wikipedia).

- Refutación de leyenda

Los anillos olímpicos no simbolizan los continentes del mundo, porque hay seis continentes más la Antártida. De hecho, el Barón Pierre de Coubertin, un noble francés que fundó los Juegos Olímpicos de la era moderna en 1896, pidió prestados los anillos entrelazados como el símbolo para los Juegos Olímpicos Internacionales de un club de rugby francés.

- Animalada

Los Juegos Olímpicos de 1900 en París incluyeron la especialidad disparo a las palomas. Las aves eran liberadas frente a un participante que les tiraba con pistola. El ganador era el que bajaba más animalitos. La cosa se volvió demasiado desordenada, con aves mutiladas en el suelo y sangre y plumas volando en el viento.

- Sombras de la China

El hombre vino del mar.

Piel oscura, ojos pequeños,

las manos llenas de sombras,

las sombras llenas de sueños.

Y a cambio de una cerveza,

por la noche, en la cantina,

con exótica destreza,

regalaba sombras,

sombras de la China.

Sombras de la China,

sombras de la China.

Vea correr la liebre por la cortina,

al ganso haciendo el ganso,

al héroe y al villano.

Las manos del sueño

siempre traen un sueño

de la mano.

(Versión Joan Manuel Serrat. Fragmento.)

- Ludmila por TV

Un poco por celo profesional y otro poco porque ve todo lo que den en la tele sobre fútbol, el compañero Ariel Greco soportó estoicamente el partido que jugaron en la madrugada de ayer las chicas argentinas ante Canadá en el debut de los Juegos. Como se sabe, se impuso Canadá. Ganaba 2-0 hasta los 83 minutos, cuando Ludmila Manicler marcó el descuento. Greco cuenta indignado que la chica se fue hasta el banderín del corner, se levantó la camiseta y estuvo un rato largo festejando. “Faltan siete minutos, dejá de celebrar, andá a buscar el empate”, le gritaba a la tele. Si se piensa que la última vez que jugaron estos equipos las canadienses ganaron 5-0 y que nuestras chicas tienen poquísimas chances de clasificación, un poco de ternurita da el festejo.

- Cuento chino

(Anónimo)

Cuando Yu Li-si abandonó la capital para regresar a su pueblo natal, el primer ministro puso un funcionario a su disposición para que lo acompañara y le dijo:

–Elige para tu viaje el barco del gobierno que más te agrade.

El día de la partida, Yu Li-si fue el primero en llegar al embarcadero. Había allí varios miles de embarcaciones amarradas a lo largo de la ribera. Todo esfuerzo para reconocer los barcos del gobierno le resultó inútil. Cuando llegó el funcionario que debía acompañarlo, le preguntó:

–¡Aquí hay tantos barcos! ¿Cómo distinguir los del gobierno?

–Nada más fácil –contestó el funcionario–. Aquellos que tienen el toldo agujereado, los remos quebrados y las velas rasgadas, son todos barcos del gobierno.

Yu Li-si levantó sus ojos al cielo y suspirando se dijo a sí mismo: “No es de extrañar que el pueblo sea tan miserable. ¡El emperador seguramente también lo considera como propiedad del gobierno!”.

- Toque de humor

–Cómo se dice “mi voto no es positivo” en chino?

–Cle-ti-no.

(Continuará)