Boca se llevó más de la mitad de la Recopa de Avellaneda. Con una actuación convincente, el conjunto de Carlos Ischia se impuso 3-1 a Arsenal y le alcanza hasta con perder 2-0 en la Bombonera para levantar un nuevo trofeo.

De entrada quedó en claro que los dos equipos querían hacer valer las experiencias que los llevaron a esta definición. Boca salió decidido a convertir de visitante, ya que esto pesa en la definición de la Recopa, circunstancia que le dio muchísimo rédito en la Copa Libertadores. Y Arsenal buscó mantener el cero en su arco como local, algo que también fue clave en su obtención de la Sudamericana.

Con ese panorama, el equipo de Ischia se plantó decididamente como dominador del juego, ante un rival que lo esperaba con mucha gente en el fondo. Con Dátolo exhibiendo su dinámica por la izquierda y Palacio imparable por la derecha, Boca empezó a lastimar a un Arsenal que sólo atinaba a defenderse. Tanta presión y buen juego derivó en el merecido primer gol, tras un penal que Mosquera le cometió a Dátolo y que Palermo recién pudo convertir en el rebote, tras la tapada inicial del arquero Cuenca. Ahora sí, el goleador igualó la marca de Pancho Varallo, con 194 tantos en el club.

El gol cambió los planes de los dos equipos. Arsenal ya no tenía nada por defender y Boca había cumplido su objetivo inicial. Eso llevó a que los de Sarandí salieran de su encierro y a que el visitante dejara de presionar arriba y asumiera una actitud mucho más pasiva. En eso estaban cuando Arsenal encontró el empate, que paradójicamente resultó el mejor despertador para Boca. Es que tras el cabezazo de Sava, que significó la igualdad, la visita retomó su postura ofensiva y volvió a adueñarse del trámite. Bastó que se juntaran sus dos mejores hombres, Dátolo y Palacio, para que Boca volviera a recuperar su ventaja en el marcador. La diferencia fue que esta vez no se tiró atrás. Continuó con su mayor fluidez en el trato de la pelota y, hasta que tuvo aire, se erigió en el claro dominador de las acciones.

Con el correr de los minutos, la producción de Boca fue bajando. Se replegó más cerca de Caranta y permitió que Arsenal creciera en su rendimiento, incluso hasta amenazar en varias ocasiones con el empate. A esa altura, la frescura de Alejandro Gómez era un amenaza para el fondo boquense. Atento al partido, Ischia leyó el bajón y reordenó el equipo con dos líneas de cuatro, para afirmarse en el fondo y retomar el control estratégico del juego. Así consiguió neutralizar a su adversario, que también sintió el desgaste y se desinfló. Sobre el final, cuando parecía que el resultado estaba sellado, Battaglia aprovechó un rebote en el área para marcar el tercer gol y darle a Boca una enorme tranquilidad para la revancha.

1- ARSENAL

Cuenca; Gandolfi, Mosquera, Matellán, D.Pérez; Carrera, Casteglione, Pellerano, Yacuzzi; A.Gómez; Sava.

DT Daniel Garnero.

3- BOCA

Caranta; Ibarra, Cáceres, Paletta, Morel Rodríguez; Vargas, Battaglia, Dátolo; Gracián, Palacio, Palermo.

DT: Carlos Ischia.

Estadio: Racing (local Arsenal).

Arbitro: Gabriel Favale.

Goles: 20m Palermo (B), 25m Sava (A), 31m Palacio (B); 89m Battaglia (B).

Cambios: 44m Campestrini por Cuenca (A); 65m, Espínola por D.Pérez (A); 74m, Noir por Palacio y Cardozo por Gracián (B); 79m, Leguizamón por Carrera (A); 90m A.González por Dátolo (B).

Incidencia: 20m, Cuenca le atajó un penal a Palermo (B).