Viernes, 31 de octubre de 2008 | Hoy
DEPORTES › MURIO SORPRESIVAMENTE EL PRESIDENTE PEDRO POMPILIO
El empresario papelero, que empezó con Alegre y Heller para ser vice de Macri y llegar más tarde a la presidencia, falleció ayer a causa de un ataque cardíaco. Estaba cumpliendo su cuarto mandato como dirigente del club. Asume el vice Ameal.
Por Pablo Vignone
Fue dirigente de Boca mucho antes de que Mauricio Macri se zambullera en la política del club. Era integrante de la comisión directiva cuando Antonio Alegre era el presidente y Carlos Heller el vice, pero adujo problemas personales y cambió de bando sumándose al discurso del ingeniero. Pese a que fue vicepresidente 1º de Boca durante 12 años y presidente sólo 10 meses, consiguió superar a su mentor: iba por el cuarto período como dirigente oficialista, siendo que Macri solo completó tres, entre diciembre de 1995 y diciembre de 2007. Y los hinchas de Boca lo recordarán porque fue quien, contra la opinión del ahora jefe de Gobierno, decidió la compra definitiva de Juan Román Riquelme y su vuelta a Boca, una decisión premiada con la soberbia actuación del jugador para ganar la Copa Libertadores del 2006.
Frontal aunque menos controvertido que su antecesor en el cargo, Pedro Pompilio falleció ayer por la mañana, a los 58 años, en su casa de Bernal Oeste a causa de un ataque cardíaco. Su vicepresidente, Jorge Amor Ameal, se hará cargo del club, acompañado por los otros vicepresidentes, el empresario José Beraldi y el gremialista petrolero Juan Carlos Crespi, también representante de Boca en la AFA. Habrá que ver cómo tallan, de ahora en más, el secretario general, el ex Perez Companc Oscar Vicente, y el tesorero Daniel Angelici, presidente de la Cámara Argentina de Salas de Bingo.
A causa de la ausencia de un código común que enlazara de paso el fútbol, el mandamás del fútbol argentino, Julio Grondona, sufrió tantos encontronazos con Macri que prefirió siempre que pudo la compañía de Pompilio como dirigente de la AFA. Terminó llevándolo a integrar distintas comisiones de trabajo de la FIFA, con altos honorarios. Lloró cuando se enteró de la noticia y fue uno de los pocos dirigentes que tuvieron acceso ayer a la viuda de Pompilio, Norma, y a sus hijos, Leandro y Natalia. Fue a Pompilio a quien Carlos Bianchi le comunicó, en septiembre de 2004, su negativa a dirigir la Selección: fue Grondona quien le encargó la gestión al dirigente boquense.
Cuando Macri rumbeó su campaña política hacia la Jefatura de Gobierno porteña y se planteó la carrera por la sucesión, Pompilio parecía el candidato indicado para sostener la línea oficialista, aunque no siempre esa herencia se reflejó con fidelidad. La exigencia de los famosos avales terminó perjudicando al empresario. Ganó las elecciones en junio del año pasado, pero la Inspección General de Justicia desestimó los comicios en febrero al no considerar válidos los avales presentados por su lista y convocó a unos nuevos. Una instancia que obligó a Macri a regresar de manera transitoria a la presidencia de Boca.
Empresario papelero, soportó dos quiebras en su vida comercial. A comienzos de año, una investigación llevada adelante por la quiebra del Banco Almafuerte determinó que la entidad bancaria había otorgado créditos a dos empresas pertenecientes a Pompilio, Papelera Paysandú y Fadecco SRL, con dinero que el Banco Central le había girado para su salvataje. “Mis dos empresas no fueron beneficiadas, sino perjudicadas por la liquidación del banco, y además devolvimos hasta el último centavo”, se defendió entonces el dirigente, aunque reconoció que un primo suyo era consejero del banco quebrado. De acuerdo con los informes del Banco Central, la papelera Paysandú no podía recibir préstamos bancarios a causa de su riesgo crediticio.
Sin embargo, siempre dijo que sufrió el peor momento de su vida cuando los hinchas de River le apedrearon la camioneta en el ingreso al Monumental, en marzo de 1997. Sugirió una emboscada premeditada y denunció a la dirigencia del club de Núñez.
Se animó a pagar 15 millones de dólares por Riquelme y profundizó la dimensión empresarial que Macri había abierto en Boca. Cuentan que llegaba al vestuario una hora y media antes del inicio de los partidos y se metía en conversaciones sobre fútbol. Su última aparición más o menos pública tuvo lugar a comienzos de mes, cuando estallaron los rumores sobre la división interna del plantel de Boca, y pronunció su última frase famosa: “Cabaret no es una palabra simpática pero suena mejor que burdel, que si buscamos en el diccionario entra en el tema penal”. No fue velado y será inhumado esta tarde en un cementerio de Florencio Varela.
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