El jugador de rugby del San Isidro Club Alvaro Costa, de 18 años, que murió de un paro cardiorrespiratorio, “sufría de una cardiopatía severa, que era incompatible con el deporte que practicaba”, según el informe forense tras la autopsia realizada ayer. Según el club, el joven “tenía el apto médico en regla, hecho en marzo de este año”. Costa sufrió malestares durante un partido oficial de menores disputado en la noche del miércoles en el anexo del SIC ante Regatas de Bella Vista. Cuando terminó el encuentro, se hizo atender en el sanatorio San Lucas. Tuvo el alta médica y en su domicilio se despertó durante la madrugada con muchos dolores y al poco tiempo sufrió el paro. Según las fuentes, su cuerpo presentaba traumatismos severos en el tórax y el abdomen, pero según el SIC “no se registró (en el partido) ningún hecho que requiriese atención médica”. En junio, Juan Cruz Migliore, un jugador de CUBA de 20 años, murió de un paro cardiorrespiratorio en una ambulancia tras sufrir un golpe en un maul durante un partido y quedar tendido en la cancha.