A un paso más cerca del gran objetivo, la conquista de la Copa Davis, el equipo argentino reclamó una cancha más lenta para enfrentarse contra España en Mar del Plata. Ahora que Rafael Nadal confirmó que no vendrá a disputar la serie decisiva, la velocidad de la cancha dejó de ser tan determinante y entonces David Nalbandian y compañía requirieron de la empresa española que construyó la cancha en el Polideportivo de Mar del Plata algunas soluciones para reducir la velocidad de juego. El capitán del equipo argentino, Alberto Mancini, pidió a sus jugadores “no relajarse” frente a la ausencia del mejor tenista del mundo, mientras su colega español, Emilio Sánchez Vicario, anunció que el catalán Marcel Granollers, 56º del mundo, hará su debut en Copa Davis como el cuarto integrante del equipo ibérico. Desde Shanghai, Juan Martín del Potro, el amigo de Nadal que había prometido “sacarle los calzones del orto” al número 1 del mundo, reconoció que su ausencia es “una miniventaja”.

David Nalbandian, Agustín Calleri y José Acasuso decidieron ayer por la mañana formular el pedido para tornar más lenta la cancha. Tras una entrada en calor haciendo fútbol-tenis, luego practicaron junto al capitán del equipo, Alberto Mancini. Tras pelotear durante diez minutos, ensayaron saques y Nalbandian devolvió unos quince servicios de Acasuso.

Soledad Lokman, representante en la Argentina de Composan, la empresa encargada de la colocación de la carpeta, informó que el equipo argentino “pidió que hagamos un poco más lenta” la superficie de juego. “Se colocará una nueva capa de resina y para mañana (por hoy) ya podrá utilizarse”, aseguró Lokman.

“Dijeron que prefieren una cancha no tan rápida y también pidieron que pongamos el azul más oscuro en la parte interior y el más claro afuera”, a la inversa de cómo estuvo dispuesta hasta ayer, añadió Lokman. La demarcación de las áreas de juego se realizará la semana próxima “por si hay que hacer alguna otra modificación en la superficie”.

La Argentina disputó sobre polvo de ladrillo todos sus partidos de la Copa Davis como local en los 87 años que lleva participando del torneo. Pero, tras superar las semifinales de este año ante Rusia, el equipo nacional decidió terminar con esa tradición y jugar sobre una carpeta sintética y bajo techo, fundamentalmente para frenar a Nadal, el mejor jugador del mundo, aunque de manera especial en polvo de ladrillo. Paradójicamente, Nalbandian y Del Potro, los dos singlistas argentinos, crecieron en canchas duras.

En Shanghai, Del Potro supo a destiempo de la renuncia de Nadal. “Me enteré esta mañana, cuando me desperté. No pensé nada. Es mi amigo y si tiene una lesión grave, me preocupa. Para dejar de lado la final de la Davis es que algo serio le pasa”, señaló después de lograr su primera victoria en el Masters sobre el francés Jo-Wilfried Tsonga.

Del Potro también se lamentó “por el espectáculo”: “Todo el mundo tenía ganas de verlo jugar, a pesar de que quieren que ganemos el título”, reconoció, antes de asegurar que “a nivel tenístico, no tener al número 1 enfrente es una miniventaja. Pero van a venir (David) Ferrer, (Fernando) Verdasco, (Feliciano) López, que en carpeta indoor son muy buenos y no hay que subestimar a nadie”, agregó con cautela.

La misma cautela con la que Mancini analizó ayer la ausencia del mejor tenista del mundo. “La serie sin Nadal es muy diferente –opinó–. No se puede negar que favorece a Argentina, que su ausencia nos agrega posibilidades. Pero no debemos relajarnos de ninguna manera”, indicó el capitán argentino en Mar del Plata.

“España tiene jugadores importantes. (David) Ferrer es un tipo muy peligroso, aunque no está pasando por su mejor momento. El dobles lo conforman dos jugadores que también son peligrosos en singles, como (Fernando) Verdasco y Feliciano López”, añadió.

“Que no pueda venir Nadal me pone triste por él. Seguro que debe estar muy mal, porque para él era importante jugar la final. No debe ser un momento agradable. Además es una lástima, porque sin él la final pierde un poco”, comentó.