El arquero Mauricio Caranta quiere declararse en libertad de acción luego de que el técnico de Boca, Carlos Ischia, le impidiera el ingreso a la pretemporada del plantel, en un hotel en Tandil, amplificando la dimensión de un conflicto cuyas auténticas raíces nunca salieron a la luz. El secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, afirmó que al arquero “no se lo está tratando como a un trabajador. Hay que recordarle a (el presidenta de Boca Jorge) Ameal que Caranta no es su esclavo. Si Boca no cumple el contrato que tiene con el arquero, vamos a hacer todo lo necesario para que él siga trabajando”. Caranta enviaba anoche un telegrama intimando a Boca a “clarificar su situación laboral”.

El abogado de Agremiados, Juan Carlos Suñé, que acompañó a Caranta hasta Tandil para que se presentara a trabajar, dijo que le sorprendió lo sucedido. “No fue feliz la actitud de Boca, estuvimos esperando 40 minutos al rayo de sol, con un calor intenso. Nos quedamos a 200 metros de la puerta y no nos dejaron entrar. Nos recibió el encargado de personal de seguridad del club quien nos comunicó la decisión de la comisión directiva”. Suñé señaló que el jefe de seguridad de Boca, Mario Torres, “no tuvo fundamentos serios” para explicar la decisión.

Marchi recordó que “en Boca hay un vicepresidente que es sindicalista (en referencia al petrolero Juan Carlos Crespi) y no entiendo cómo permitió este tipo de trato”. Crespi era uno de los vicepresidentes de Boca, junto a José Beraldi, encargado de los temas del fútbol profesional, de los cuales fue desplazado tras la asunción como manager de Carlos Bianchi.

Ayer se supo que el ex técnico dialogó con Ischia, quien le ratificó su decisión de marginar a Caranta del plantel profesional. Esa inflexibilidad molestó al presidente Ameal, que pretendía atenuar los efectos de lo que ya es un verdadero escándalo, mientras afloran versiones sobre presuntos episodios que involucran al arquero con familiares del DT.

Bianchi dispuso que se sumara un entrenador de arqueros al plantel de la reserva para darle un lugar al cordobés, pero el abogado Suñé rechazó esa oferta porque el jugador tiene “la obligación, el deber contractual y la facultad de entrenar con la Primera”, argumentó.

Fuentes de la dirigencia de Boca citadas por la agencia DyN dieron por seguro que Caranta “está buscando la libertad de acción” y compararon la situación con el caso de Sebastián Saja en San Lorenzo, cuando el entrenador Ramón Díaz no lo dejó entrenarse con el resto del plantel y finalmente el jugador se fue. “Sale muy caro pagarle 500 mil dólares por año para que no juegue”, cita DyN a un dirigente que pidió reserva. La negociación con Vélez para un trueque por Barovero se cayó.

La estrategia del arquero y de Agremiados es esperar 48 horas tras el envío del telegrama y si no hay respuesta, Caranta se considerará despedido e injuriado, y reclamará el pago del resto del contrato.