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No todo será fútbol en Valencia. La final de la Copa del Rey de España entre Barcelona y Athletic de Bilbao tiene también un afilado perfil político, ya que separatistas vascos y catalanes anunciaron protestas ruidosas en presencia del mismo monarca. Muchos temen lo que sucederá pocos minutos antes del inicio del partido, a las 17 (televisan Canal 7 y TyC Sports), cuando el rey Juan Carlos I aparezca en el palco presidencial del estadio de Mestalla.

Barcelona y Athletic, los equipos quizá con un ADN más distinguible del fútbol español, han sido adoptados por los grupos separatistas de Cataluña y País Vasco, respectivamente, como portadores de los “elementos diferenciales” de esas regiones. Y esos grupos quieren hacerse notar.

“En el marco de la final, teniendo en cuenta que será presidida por el máximo representante del Estado español, hacemos un llamamiento a las aficiones del Barça y Athletic para que conviertan dicha final en un marco de reivindicación”, pidieron Ricardo Mendiguren y Endika Guarrotxena, ex jugadores del Athletic y miembros de Esait, la plataforma pro selecciones vascas. Joseba Garmendia, actual jugador del plantel, apoyó en diciembre una manifestación a favor de la selección de fútbol y la nación vascas.

El Athletic es el único equipo de la Liga que juega sólo con jugadores vascos y de regiones limítrofes, como Navarra o La Rioja. En los años ’90 contrató al francés Bixente Lizarazu, campeón del mundo con los “bleus” y de ascendencia vasca. La directiva, ajena a cualquier afiliación política pública, rechazó siempre guardar un minuto de silencio en el estadio de San Mamés tras los asesinatos de ETA. El 9 de marzo de 2008 hubo un minuto de silencio por el asesinato del político Elías Carrasco, pero sólo duró ocho segundos, ante las protestas de una zona del estadio.

El grupo Catalunya Acci, que defiende la independencia de la región, pidió que los hinchas recibieran “de espaldas” al monarca español, manifestaran “ruidosamente” su protesta contra el himno y expresaran su rechazo a las “imposiciones” del Estado y a la “sumisión” que sufren el País Vasco y Cataluña. A diferencia de los dirigentes del Athletic, el presidente del Barcelona, Joan Laporta, siempre defendió el papel del club azulgrana como abanderado del catalanismo por todo el mundo.

La final se jugará en Valencia, ciudad tradicionalmente conservadora y afín al Partido Popular, que defiende la unidad de España. Los ultraderechistas de la ciudad plantearon una manifestación para hoy, cuando se esperan unos 50.000 hinchas de ambos equipos.

Los organizadores del partido aguardan con cautela lo que pueda ocurrir. Marca asegura que el volumen del himno español se elevará para que no se escuchen las protestas, que se dan por seguras.

El Athletic apelará a su furia, a su tradición y al recuerdo de que hace 25 años que no gana un título para tratar de superar al Barcelona en la final de la Copa, el primero de los tres trofeos que ansían los azulgranas, que tras casi celebrar el domingo el título de Liga desean levantar ya un trofeo en una temporada que puede ser inolvidable.

BARCELONA: Pinto; Alves, Piqué, Puyol, Sylvinho; Busquets, Xavi, Keita; Bojan, Eto’o, Messi.

DT: Josep Guardiola.

ATH. BILBAO: Iraizoz; Iraola, Ocio, Amorebieta; Susaeta, Orbaiz, Javi Martínez, Yeste; Toquero, Llorente.

DT: Javier Caparrós.

Estadio: Mestalla (Valencia).

Arbitro: Luis Medina Cantalejo.

Hora: 17. TV: Canal 7 y TyC Sports.

* Final de la Copa del Rey de España