La Selección Argentina de básquetbol estuvo cerca de meterse en la final del Premundial, pero cayó 85-80 sobre el cierre ante Puerto Rico, en un juego en el que mandó al principio pero no tuvo resto para ganarlo. Por eso, esta tarde buscará un lugar en el podio cuando se enfrente a Canadá, que en la otro semifinal perdió ante Brasil.

Con un gran juego de equipo en el que sobresalía Scola, Argentina tomó rápidas ventajas para silenciar a un estadio que no entendía lo que veía. Desde el manejo de Prigioni, el equipo de Hernández encontraba gol en diferentes posiciones, con Román González como inesperado protagonista en ataque. Y como en defensa maniataba a los tiradores rivales, Puerto Rico no encontraba la manera de atacar al aro. Por eso, las diferencias se estabilizaron en el orden de los diez puntos.

Tras esa ráfaga inicial que sirvió para escaparse, Argentina mostró inteligencia para sostener la diferencia. Por más que Puerto Rico planteó diferentes variantes, el conjunto de Hernández siempre encontró la manera de mantenerse arriba, con una distancia que no bajaba de los cinco puntos.

Sin embargo, la historia se dio diferente en la segunda mitad. El goleo argentino quedó limitado a lo que podía hacer Scola, autor de 31 puntos, y el acompañamiento de Quinteros. Por eso, los boricuas fueron limando diferencias, hasta meterse en un decidido golpe por golpe en el último cuarto. A esa altura, el gigante Peter Ramos encontraba espacios de maniobra ante las cuatro faltas de Scola y Arroyo se cargaba el equipo al hombro. Un triple de Paolo Quinteros puso al equipo albiceleste a un punto a falta de 35 segundos, pero Arroyo respondió con una bandeja inverosímil. El último intento de Paolo para igualar el partido se quedó muy corto, por lo que Puerto Rico aseguró el triunfo y el pasaje a la final. Para el conjunto argentino quedó el gusto amargo por la derrota, pero el objetivo planteado ya se había cumplido con la clasificación para el Mundial. Ahora, buscará ponerle el broche con el podio, en el juego ante Canadá.

En el primer turno, Brasil logró su lugar en la definición al imponerse 73-65 a Canadá, con 23 de Leandrinho y 16 de Anderson. El conjunto del español Moncho Monsalvo hizo la diferencia en el tercer cuarto, cuando metió un parcial 26-13 que le permitió llegar con aire al segmento final.